jueves, 3 de julio de 2008

ALFONSIN, CIUDADANO ILUSTRE


En un gesto pocas veces visto en nuestra tormentosa vida política, peronistas y radicales llegados de toda la provincia de Buenos Aires y de mucho más lejos le rindieron ayer un cálido homenaje al ex presidente Raúl Alfonsín.

La excusa fue declararlo ciudadano ilustre de la provincia, una iniciativa que presentó la legisladora de la UCR Cecilia Moreau (hija del Leopoldo Moreau) y que votó por unanimidad la Legislatura bonaerense.

Alfonsín, con sus lúcidos 82 años, aprovechó para destacar el valor del diálogo y la unidad, pidió por la libertad de prensa y propuso una revolución educativa para terminar con la cadena generacional de la pobreza.

Pero el pasaje que más llamó la atención fue aquel en el que el ex presidente advirtió que la regla de la mayoría no es absoluta y no permite "hacer lo que se quiera", en una obvia alusión al conflicto entre el campo y el Gobierno. Pero pícaro, cuando vio que los silbidos aludían a la Casa Rosada aclaró que no hablaba para la coyuntura. Nadie le creyó.

La fiesta había empezado a la tarde, cuando la Cámara de Diputados provincial convirtió en ley el proyecto que ya había aprobado el Senado local. "¡Alfonsín, Alfonsín!" retumaba en el recinto que domina el kirchnerismo.

El proyecto declaró al ex presidente ciudadano ilustre de la provincia por "su aporte permanente en favor de la democracia, su defensa irrenunciable a la lucha por los derechos humanos y su compromiso inclaudicable por un país mejor".

Sentado en el recinto, Alfonsín escuchó atento los elogios que le dedicaron los presidentes de cada uno de los bloques, dijo que le provocaban "emoción" y "melancolía".

"Este es el espíritu que uno aspira a que presida el accionar de los argentinos en toda la Nación y en todas las ocasiones: pensamos distinto, pero sabemos de la necesidad de trabajar unidos, de defender la República", dijo un Alfonsín canoso y con bastón, pero que no necesitó leer sus palabras.

Caravana
A la salida, los radicales caminaron en caravana las tres cuadras que separan la Legislatura del Teatro Argentino, donde se celebró un acto de reconocimiento a Alfonsín, parte de los festejos por los 25 años del retorno de la democracia.

Enrique "Coti" Nosiglia, Facundo Suárez Lastra y Marcelo y Adolfo Stubrin avanzaban juntos por la calle 51, sólo una postal del desfile de alfonistas que ayer sintió melancolía de 1983. También estuvieron su hijo Ricardo, Leopoldo Moreau, Federico Storani y el intendente de Saladillo, Carlos Gorosito. Se sumaron el presidente del partido, Gerardo Morales, el jefe de la bancada del Senado, Ernesto Sanz y radicales llegados de todo el país, como el misionero Mario Lozada o el entrerriano Sergio Varisco.


En el teatro esperaba el gabinete completo del gobernador Daniel Scioli, con él a la cabeza, su vice, Alberto Balestrini, y el diputado kirchnerista Carlos Kunkel, además de intendentes, legisladores y dirigentes de varios partidos, como el autonomista correntino José Romero Feris o el ahora vecinalista Gustavo Posse, intendente de San Isidro.

"La soluciones que los pueblos buscan siempre tienen que encontrarse a través del diálogo y la unidad", dijo Alfonsín y el teatro colmado estalló en aplausos. El ex presidente resaltó la importancia de la República, el respeto a la Constitución y a la libertad de prensa y pidió "que no se manipule mediáticamente al ciudadano".

Antes de él, Scioli había contado que su padre colaboró en la campaña del 83 de la UCR. "Doctor, su esfuerzo valió la pena, hoy está cosechando lo que sembró", le dedicó.

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