sábado, 8 de noviembre de 2008

25 AÑOS DE DEMOCRACIA DE TODOS: FESTEJO SOLIDARIO DEL RADICALISMO DE LAS COLONIAS

La Juventud Radical de Esperanza formalizó ayer la entrega de una importante donación surgida de una cena benéfica realizada hace pocos días.

En esa oportunidad casi 500 personas participaron de la convocatoria solidaria que incluyó el aporte de empresas. El dinero entregado ayer fue $ 9406,50.

José Assen agradeció el trabajo solidario y destacó el respaldo que significa para la entidad.

Por su parte Mauricio Weibel destacó que este tipo de trabajos es común en la Juventud Radical ya que "no solo trabajamos en política sino que siempre lo hacemos en acciones benéficas al servicio de la comunidad".

EL SENDERO PROYECTADO, POR RAUL ALFONSIN


EN PAGINA 12

La ocasión de aniversarios despierta generalmente la voluntad de ejercitar una mirada retrospectiva hacia los hechos que recordamos, en este caso con satisfacción, no por ser el 30 de octubre de 1983 el día de un triunfo electoral sino por ser el día de la celebración de las primeras elecciones después del largo túnel de la última dictadura militar.

Quizás el mayor motivo de satisfacción es que en estos 25 años que celebramos hemos trazado un destino que deja muy en claro hacia dónde no estamos dispuestos a volver los argentinos y hoy podemos afirmar con certeza que la dictadura militar que asoló nuestra República entre 1976 y 1983 fue, es y será la última. No seríamos sinceros si nos adjudicáramos este cambio de época: el espanto vivido, la aventura militarista de Malvinas y la comprobación de que las Fuerzas Armadas no son las que deban resolver los problemas que la política no sabe cómo atender son hechos fundamentales que hicieron del período que iniciamos en 1983 un tiempo fundacional.

Sin lugar a dudas, no somos nosotros los indicados para realizar un análisis objetivo de esta fecha: tampoco queremos hacerlo, sino transmitir de forma honesta y sin maniqueísmos nuestra visión, desde el conocimiento acabado del difícil contexto en el que se de-sarrolló nuestra acción de gobierno.

Gobernamos la Argentina que despertaba a la vida con la firme convicción de la necesidad de recrear la cultura democrática de nuestro país.

Nuestro horizonte es y ha sido una constante para nuestro accionar: instaurar en nuestro país un Estado legítimo. ¿Qué significa esto? Que deseábamos incorporar normas que, sin menoscabo para la libertad, promovieran y aseguraran una mayor igualdad. También queríamos incorporar en la política y en la sociedad un orden moral fundamental que vinculara cada vez más la ética al derecho y a la política, y ésta a la sociedad a través de la teoría del consenso. Valores que son, para utilizar la descripción de Germán Bidart Campos, aquellos “que hacen buena y deseable la convivencia social, o sea los que se realizan en y por las conductas sociales del hombre”. En esa dirección concentramos nuestros esfuerzos en un camino a todas luces sinuoso.

Sostuvimos el respeto a la ley y el nuestro fue el último gobierno que no hizo abuso de herramientas como los decretos de necesidad y urgencia y garantizamos la independencia y funcionamiento de los poderes.

Trabajamos por la justicia y la verdad, y llegamos más lejos que ninguna otra nación: juzgamos y condenamos a las cúpulas militares en un hecho que sigue siendo inédito en la humanidad.

Ejercitamos nuestra vocación de generar consensos, para terminar con la compartimentación de un país que atravesó 150 años de profundas e inconducentes divisiones, algunas de las que pretenden asomar en estos días de crispación. Para ello construimos un gobierno plural, donde no sólo había radicales tomando decisiones: compartimos el poder con peronistas, socialistas, demócratas cristianos e independientes y convocamos al Consejo para la Consolidación de la Democracia con mujeres y hombres de todas las fuerzas.

Dijimos en campaña que “con la democracia se come, se cura y se educa”: el Plan Alimentario Nacional, el Plan ABC, el Programa de Alfabetización premiado por la Unesco, la apertura de hospitales como el Garrahan y el Seguro Médico Universal que la oposición vetó en el Congreso son parte de lo que la democracia puede hacer para mejorar las condiciones de vida de los pueblos.

Todo lo que hicimos, con aciertos y muchos errores, lo hicimos en paz y en libertad.

Y si bien quedamos con cuentas pendientes, podemos decir satisfechos que cumplimos con nuestra principal meta: construir –mediante el diálogo, el consenso y la ética– una democracia para el Estado y la sociedad argentina, que trascienda nuestro gobierno y siente las bases de 100 años de paz y prosperidad para la Argentina.

Nos resta a todos la ciclópea tarea de hacer de la democracia la conjugación de libertad e igualdad, participación y solidaridad. Para ello debemos fortalecer las herramientas de la democracia que estamos construyendo entre todos.

Este es el sendero proyectado.

LA JR RECORRIÓ EL NORTE SANTAFESINO JUNTO A RICARDO ALFONSIN

El pasado viernes 31 de octubre y sábado 1 de noviembre la Juventud Radical acompañó a Ricardo Alfonsin por el norte santafesino.

El dirigente nacional visitó la ciudad de Malabrigo invitado por el Senador por el Dto Gral Obligado, Federido Pezz. En dicha localidad se realizó una conferencia de prensa en la que participaron además la Vice gobernadora Griselda Tessio, la Diputada pcial Alicia Perna y el presidente de la JR, Gustavo Puccini (Ver foto).

Al cabo de la conferencia de prensa se concretó una emotiva cena en la que participaron el intendente de Avellaneda Orfilio Marcón y los presidentes comunales de la UCR del Departamento. De la fiesta asistieron mas 400 personas y estuvo organizada por la JR de Malabrigo y el comité local. Luego de los discursos, se hizo entrega de los diplomas a los dirigentes departamentales protagonistas de los 25 años de democracia.

Al día siguiente Ricardo Alfonsín junto a la JR, el Senador Federico Pezz y el ex intendente de la ciudad de San Cristóbal Edgardo Martino, visitaron la Municipalidad de Vera, donde se llevó adelante un desayuno de trabajo junto al intendente Raúl Seco, la Diputada provincial Analia Speich y colaboradores de la gestión comunal.

La recorrida finalizó en el departamento San Justo, allí Alfonsin fue recibido por el senador Rodrigo Borla y el intendente de la ciudad Marcelo Mauro. En el Club Italiano Ricardo Alfonsín dio un caluroso mensaje ante un recinto repleto de dirigentes y simpatizantes de la Unión Cívica Radical local y departamental.

Finalmente en un almuerzo en la misma ciudad de San Justo se homenajeó a Ricardo Alfonsín por su compromiso con la UCR, y la distinción que tuvo para con nuestra provincia en estos días de tanto requerimiento hacia su persona por los homenajes a Don Raúl Alfonsín.

AQUEL 30 DE OCTUBRE, POR RAUL ALFONSIN


EN CRITICA DE LA ARGENTINA


Los argentinos llegamos a los primeros 25 años de vida en democracia: nunca antes atravesamos un período de imperio de la libertad, paz e institucionalidad tan extenso y, por ello, nunca antes habíamos tenido ocasión de aprehender con tanta intensidad los valores intrínsecos del orden democrático.

Sin lugar a dudas, en 1983 sentamos las bases de ese aprendizaje, iniciando la transición hacia la democracia. Cuando decíamos que “con la democracia se come, se cura y se educa”, estábamos diciéndole al país que mientras no se garantizaran los derechos sociales básicos –como el acceso al alimento, la salud y la educación–, la democracia que comenzábamos a construir hace 25 años no sería completa.

Ése es nuestro horizonte: avanzar del estado que Robert Dahl denomina “poliarquía” hacia mayores grados de libertad e igualdad, lo que llamamos “Estado legítimo”.

En este camino de transición hacia la democracia, estos 25 años han marcado avances y retrocesos, con momentos de esperanza y otros de zozobra. Sin embargo, en ese lapso el pueblo rechazó las aventuras alocadas de los que nos ofrecían volver al pasado de violencia y autoritarismo.

El dolor de lo vivido nos hizo aprender ferozmente la diferencia entre la vida y la muerte, y felizmente, para las próximas generaciones, la diferencia entre la democracia y la dictadura.

Parece poco, pero nos costó más de 50 años de alternancia cívico-militar entender que el pueblo, y sólo el pueblo, es capaz de decidir su destino y que, como sosteníamos en 1983, las grandes mayorías no tienen derecho a permanecer en silencio.

Nos tocó encarar la reconstrucción del edificio republicano, dañado por las constantes y repetidas apariciones en escena del “partido militar”, restañar las heridas de un pueblo golpeado por la tragedia y la violencia, recrear el sentido de la justicia y la memoria, recuperar la vocación del consenso pisoteada por la costumbre de la patota, reinstaurarnos en un mundo dividido y tensionado por la guerra fría, tender una mano solidaria y reparadora hacia los cada vez más argentinos expulsados por el neoconservadurismo importado en los tristes años que precedieron nuestra gestión, en la convicción de que –como sostuvimos ante las Naciones Unidas– no hay paz sin pan, como tampoco hay pan sin paz.

Encaramos, los argentinos todos, la ciclópea tarea de reinventar una cultura democrática en la Argentina.

Con esas premisas, desarrollamos el gobierno de la transición. Pusimos en marcha diversas iniciativas en todos los campos para empezar a poner en movimiento esos objetivos fundantes, algunas implementadas en su totalidad, otras de forma parcial y algunas truncadas por una oposición que creyó que así debilitaba a un partido y terminó debilitando a la transición: la primera ley de la democracia –la 23.040– derogó la autoamnistía militar que respaldaba el actual oficialismo; creamos la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas y en una decisión inédita en la humanidad, nuestra Justiciajuzgó y condenó a las cúpulas militares, según las responsabilidades diferenciales que habíamos planteado en nuestra campaña; impulsamos el crédito hipotecario como nunca antes; otorgamos el Plan Alimentario Nacional a 1.500.000 familias, que no sólo recibieron alimento sino que pudieron acceder a servicios básicos a través de programas como el ProAgua; llevamos adelante programas educativos de reconocimiento internacional como el Plan Nacional de Alfabetización y el Programa ABC; desarrollamos la producción científica y la investigación; construimos hospitales y propusimos un seguro de salud para todos los argentinos rechazado por la oposición; democratizamos las universidades; impulsamos la producción y el asociativismo (más de 8.000 nuevas cooperativas se crearon en nuestro gobierno); convocamos a todas las fuerzas políticas al Consejo para la Consolidación de la Democracia; pusimos definitivo punto a la visión de nuestros vecinos americanos como enemigos; suscribimos la paz con Chile, refrendada por la mayoría del pueblo y creamos lo que hoy es el Mercosur junto al presidente Sarney, de Brasil; dirigimos nuestra política exterior hacia la amistad con todos los pueblos, el respeto hacia su autodeterminación y la cooperación Sur-Sur…

Nos tocó gobernar en uno de los peores contextos internacionales, con una sociedad que estaba despertando de las peores pesadillas y con un aparato corporativo que se resistía a la idea de que el poder reside en el pueblo, oposición y sindicatos que actuaron en forma de ariete para recuperar el poder. También, y sería deshonesto negarlo, con nuestras propias flaquezas y debilidades.

Sin embargo, gobernamos la transición con honradez y con sentido nacional, en paz y libertad y con el claro rumbo de la democracia social hacia un Estado legítimo.

En 1989, cuando debimos entregar el gobierno de forma anticipada, existía un recalentamiento de la situación política artificialmente producido. Visto ahora, desde la distancia que nos otorga el tiempo, confirmamos lo que creíamos en aquel entonces: con un siete por ciento de desocupación, con libertades individuales plenamente garantizadas, con una infatigable voluntad de diálogo hacia todos los partidos de la oposición y con la firme decisión de entregar el gobierno a mi sucesor con el mayor espíritu de colaboración, en esas condiciones se produjo un estallido que no dejó otro camino que acelerar el traspaso del poder.

Asaltos a supermercados, paros parciales cotidianos, huelgas generales, violencia callejera, pedidos del justicialismo para que yo renunciara y discursos que originaban corridas bancarias fueron el detonante. El hambre y la desocupación eran los principales argumentos. Pocos años después, la administración que me sucedió llevó la desocupación al veinte por ciento, cerraron cientos de fábricas, la marginalidad se extendió como una epidemia social, más de la mitad de la población quedó por debajo de la línea de pobreza y se instaló una grave corrupción. Todo eso sin que se produjera estallido alguno.

En este contexto, 25 años después estamos conformes con lo hecho. Seguimos caminando hacia una democracia plena con los mismos valores que enunciamos y practicamos, satisfechos de saber –como sostiene Santiago Kovadloff– que el logro radical no fue que la transición se haya dado en los términos anhelados sino, llanamente, en que se haya dado.

Conscientes de las enormes deudas que aún tenemos, pero orgullosos de haber puesto la piedra basal de la democracia para siempre en la Argentina.

GRACIAS, POR PEPE ELIASCHEV




Perfil.com.ar - Mirado desde afuera, se hacía cada vez más respetable, pero no abundaba para con él el afecto, ni la confianza total. El exilio había llevado a algunos radicales al exterior, pero en esencia los que nos habíamos ido del país proveníamos del peronismo, de la izquierda, o éramos independientes.
En este ámbito, Raúl Alfonsín era considerado con distinción, sin arrebatos emocionales. Su figura se había catapultado cuando en 1982 fue el primer político de peso en oponerse a la escandalosa tragedia de Malvinas, pero esa mañana del 30 de octubre, cuando tomábamos café y cambiábamos impresiones en un Sanborn’s sobre el Paseo de la Reforma del Distrito Federal, nuestra pasión política estaba encorsetada y mascullábamos nostalgia, irritación y esperanzas. Habíamos ido al consulado argentino en Ciudad de México a que nos certificaran que estábamos a más de 500 km de nuestro lugar de votación.
Imposible votar por Alfonsín ese día, pero sabíamos que el exilio terminaba y llegaba la hora de volver. Nosotros, los que nos habíamos ido del país un año y medio antes de que las Fuerzas Armadas ocuparan el poder, sabíamos que habíamos salido de una Argentina gobernada por los peronistas y que, en ese lúgubre 1974, cuando empezó nuestro alejamiento, ya eran decenas los asesinados a mansalva por fuerzas de tareas comandadas desde la Plaza de Mayo.
Ahora el momento había llegado. Era hora de cerrar una época densa, significativa, formidable y a la vez trágica. La negritud se despejaba, lo siniestro retrocedía.
Es sencillo demostrar que Alfonsín no hubiera significado lo que su figura y su proyección terminaron implicando sin la masiva y movilizada militancia que él supo motivar y que le dio sustancia y carnadura a su marcha a la Casa Rosada.
Pero al final del día, la divisa rojiblanca de su partido, desde cuya identidad activó toda su vida como hombre político, cedió preeminencia a favor del RA, asociado con el país y con la república.
Esa fue su fuerza y su mensaje, entonces imbatible. No sólo se asociaba con el mayor denominador común (sistema y patria), sino que ponía en acto una manera de vivir, experiencia democrática que pulverizaba a un justicialismo inadecuado, antiguo y ambiguo.
Alfonsín era la posibilidad de soñar con lo que durante años había estado relegado e incluso oculto. El peronismo que había hecho implosión de manera sangrienta ya en 1973 no era opción una década más tarde. No lo era porque no se proponía serlo. El aparato político que presumía de monopolizar el favor de los pobres apoyaba en 1983 la autoamnistía que se habían regalado las Fuerzas Armadas al abandonar el poder.
Alfonsín se convierte así, por definición y decisión, en conductor político de una era definida por las rupturas. Quiere ser y será el ciudadano a cargo del Poder Ejecutivo que consume el fin de la impunidad. Firma el decreto de enjuiciamiento a las juntas militares del terror, pero no se olvida de las responsabilidades de los guerrilleros que desde el 25 de mayo de 1973 prosiguieron, impertérritos, secuestrando y asesinando.
La guerrilla, que no quería ni pedía democracia alguna, no se lo perdonó. En 1989, últimos vástagos del ERP atacaron una unidad militar a sangre y fuego (La Tablada), mientras numerosos y calificados remanentes de Montoneros se alineaban con Carlos Menem, que los indultaría meses más tarde, tras mantener promiscuidad con los carapintadas.
Pero Alfonsín venía de otro escenario de valores, configurado por la necesidad de estimular la diversidad y procurar a toda costa la convergencia entre culturas y prácticas diversas. Hay que recorrer el armado humano de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas y el Consejo para la Consolidación de la Democracia para advertir y registrar claramente esa impronta democrática resistida por la fuerte marca autoritaria y corporativa que lo llevó a denunciar el pacto militar-sindical.
Su figura terminaría siendo clave y determinante con los años, sobre todo si se considera la calamidad nacional que era la Argentina de 1983 y la colosal excepcionalidad de un país que, a diferencia de Chile, Brasil y Uruguay, tuvo que abocarse a una transición democrática inédita, sin salvaguardas ni garantías.
La Argentina será en los ochenta el país donde el presidente Alfonsín zamarrea sin miramientos a un fascista párroco militar en medio de una misa, o le pone los puntos sobre las íes, y en la propia Casa Blanca, a un presidente norteamericano abocado al derrocamiento de legítimos gobiernos centroamericanos.
No descuelga cuadros. Alfonsín juzga criminales en uniforme y se aguanta pagar el precio. Va a Cuba, habla con Castro, propicia romper con la Guerra Fría en el hemisferio, y sella el fin de las hipótesis demenciales de conflicto con Chile (Beagle), apostando todo a la apertura democrática en ese país, donde el estado de derecho arribaría sólo siete años después.
Todo llega alguna vez. Este 30 de octubre, la persona a quien la actual farándula periodística denostaba con sarcasmos hace una década, pidiéndole que dejara de salvarnos, el viejo líder es hoy poderoso talismán de energías democráticas, al que ahora se acercan, para validarse, oportunistas que creyeron que se salvaban con los Kirchner, y hasta la propia Presidenta, cuyo homenaje en la Casa Rosada fue un monumental acto de hipocresía concebido para que ella resultara beneficiada del prestigio de un hombre que debe ser reconocido en la praxis política y no en los fuegos artificiales del carnaval mediático.
Ahí está él. En su batalla acumula buena dosis de errores y gruesa cosecha de fallas. Nadie mejor para admitir su humana falibilidad. Siempre me impresionó eso en él, tras haber sido privilegiado por su afecto y su respeto sólo desde que perdió todo poder; ha vivido una vida respetuosa y considerada para con sus semejantes.
Encarna aquellos valores de decoro, modestia, frugalidad y respeto que lo convierten en figura dolorosamente asincrónica en la Argentina. El ha sido piloto y camillero, estadista y socorrista, hombre de Estado y gestor de acuerdos que si bien no siempre fueron oportunos, revelaron de manera invariable una visión histórica amplia y generosa para superar los principales y más graves dilemas argentinos.
Ha afrontado, sin embargo, problemas que fotografían de manera lapidaria rasgos aborrecibles del país que no termina de morir, territorio de hegemonías supremacistas y mezquindades insondables.
No ha recibido los agradecimientos de una sociedad civilizada para un hombre que ha cumplido el papel que él quiso, supo y pudo cumplir, paradigma de una época mejor, más sana, más pacífica, superior.
Por eso, yo, libreta de enrolamiento 4.530.522, le digo gracias. Su nombre, Alfonsín, me sabe a libertad.

ALFONSIN SIMBOLO DE LA DEMOCRACIA, POR JOAQUIN MORALES SOLA



PUBLICADO EN "LA NACION"


En una noche como la de ayer, hace justo 25 años, Raúl Alfonsín daba vueltas, solitario, alrededor de la pileta de la quinta de un amigo en el Gran Buenos Aires. "No puede ser, no puede ser", repetía cada vez que alguien le acercaba la información de que había ganado las elecciones presidenciales. Eran sólo versiones, porque la dictadura guardó la información hasta bien entrada la noche, atemorizada ante la eventual reacción del peronismo. El hombre seguro de la campaña, el líder de discursos electrizantes y denuncias vibrantes, se mostraba incrédulo ante una novedad ciertamente histórica. El peronismo acababa de perder las primeras elecciones libres desde que Juan Perón había fundado un partido.

¿Cómo empezar en un país devastado por los conflictos políticos, económicos y humanos? ¿Por dónde debía empezar? Alfonsín había llegado a esa epifanía política con un equipo de viejos amigos y con la amplia estructura partidaria del radicalismo. Su fiel amigo David Ratto, prematuramente muerto, hizo quizá la última gran campaña publicitaria de su vida con la elección de Alfonsín. Raúl Borrás, otro hombre sorprendido por la muerte temprana, fue el jefe político del desorden radical que significó aquella campaña electoral.

Alfonsín no tenía muchos recursos; en la Capital sólo poseía un departamento de escasos dos ambientes exiguos en Juncal y Libertad. Ahora, en la vejez, tiene sólo un poco más que eso. Sin embargo, desde el momento en que se hizo oficial su victoria quedó claro que su gestión se enfrascaría en dos objetivos fundamentales. Uno: crear una cultura democrática en un país que había perdido los hábitos de la democracia, después de cincuenta años de autoritarismos de facto o elegidos, de gobiernos civiles frágiles y de frecuentes interrupciones militares. El otro: que la democracia no fuera, otra vez, una experiencia efímera en la vida de los argentinos.

Venció la impronta de un gallego cascarrabias, como él mismo se suele definir, para dedicarse a construir una civilización política tolerante y plural. La Argentina sería uno de los primeros países de América latina, sembrada entonces de gobiernos militares, en encontrar la fórmula del progreso democrático. Alfonsín terminó en los años 80 convertido en un ícono mundial del restablecimiento democrático latinoamericano.

Eso sucedió en el mundo. La faena en la Argentina fue más ardua que un emblema conspicuo o que el videoclip de una canción de Michael Jackson con imágenes de Alfonsín (que también existió).


* * *

Alfonsín pertenece a una generación de políticos atrapados por las pasiones: son furiosamente peronistas o furiosamente antiperonistas. Los primeros son hijos de la intemperancia del primer Perón; los segundos son la consecuencia previsible de aquellas intolerancias. Alfonsín había militado siempre en la convicción de que el peronismo servía poco para la democracia. Esa es su verdad.

A pesar de esos convencimientos, prevaleció en el entonces presidente electo otra certidumbre: los asiduos golpes militares sólo habían sido posibles en el pasado por los enfrentamientos irreconciliables entre los partidos políticos y los dirigentes civiles.

Alfonsín había ganado ampliamente la elección presidencial (es el presidente radical que más votos sacó en la historia), pero su partido no controlaría el Senado ni los gremios. En el acto, comenzó a tender puentes de convivencia con el peronismo y dentro del propio radicalismo. Dejó algunas viejas ideas a un lado cuando se enfundó el traje de presidente.

La primera decisión que tomó fue ofrecerle a su reciente contrincante peronista, Italo Lúder, un lugar como ministro de la Corte Suprema de Justicia. Lúder rechazó el cargo, pero entre ellos ya se había entablado una secreta relación de acuerdos que no eran públicos.

En efecto, en medio de la campaña electoral se juntaron en una reunión muy reservada para fijar las reglas del juego: la competencia podía permitirse duros cruces políticos, pero ninguno de los dos daría golpes bajos.

La experiencia democrática en la Argentina era nonata todavía y no había lugar para los lujos de países con mayor civilización política. Esa fue la conclusión de ambos candidatos.

Dos viejos contrincantes internos de Alfonsín en el radicalismo, los balbinistas Antonio Tróccoli y Juan Carlos Pugliese, fueron designados ministro del Interior y presidente de la Cámara de Diputados, respectivamente. Ellos sabrían entenderse con el peronismo mejor que los alfonsinistas. Fueron leales y eficientes con el presidente al que habían enfrentado.

El peronismo, que se preparaba para combatir al nuevo gobierno desde una humillante derrota, vio de pronto abiertas las puertas del diálogo y la convivencia. No podía colocar la venganza como prioridad ante una sociedad con signos evidentes de fatiga frente a la violencia.

Los militares debían aprender de una buena vez que no se tumba impunemente a un gobierno civil. Así puede describirse la otra obstinación de Alfonsín. "Sin rencores ni venganzas", instruyó, no obstante.

Había prometido en la campaña electoral que por el horror de las violaciones de los derechos humanos pagarían los que habían dado las órdenes y los que habían cometido crímenes aberrantes. Nunca prometió que se juzgaría a todos los militares.

Este antecedente es importante para explicar lo que pasó mucho después. Le costó, eso sí, encontrar el método en el que encajaran su promesa electoral y los reclamos sociales sobre la revisión del pasado.

Tal vez la mayor injusticia de Néstor Kirchner, entre las muchas injusticias que cometió, haya sido pedir perdón a los familiares de los desaparecidos en nombre de un Estado que, según dijo, nunca había hecho nada.

Había que estar en los zapatos de Alfonsín en 1983, con las Fuerzas Armadas intactas aún en su tamaño y en la disponibilidad de recursos, para establecer en qué medida era difícil decidir enviar al banquillo de los acusados a los quince jefes militares más importantes de la dictadura.

Alfonsín no sólo hizo eso; también nombró una comisión de civiles notables, presididos por el escritor Ernesto Sabato, para hurgar, indagar y averiguar, hasta llegar lo más cerca posible de la verdad, sobre los desaparecidos. De esa investigación surgió el voluminoso libro llamado Nunca más , la mejor descripción que se ha hecho sobre aquel martirologio.

El peronismo no pudo escaparse de la nueva cultura política que se iba imponiendo en el país ni los militares pudieron evitar el juicio político al que los sometió la democracia argentina.

A partir del 30 de octubre de 1983, la sociedad se olvidó de gran parte de los problemas para vivir sólo la esperanza y el optimismo. Una suerte de amplia excitación social sobrevino luego de la elección de octubre.

A Alfonsín lo esperaban una economía en virtual default, el conflicto permanente con los gremios (sobre los que pudo hacer poco y nada), el zigzag con el escurridizo peronismo parlamentario y las fracasadas sediciones militares.

Pero eso ocurrió mucho después. Quien no haya vivido en la Argentina entre octubre y diciembre de 1983 no conoce lo que significa un instante único de felicidad colectiva. Alfonsín sigue produciendo esos momentos de civilización política, más aletargados y austeros, hasta en la actualidad.

Hace poco, peronistas, radicales, socialistas y conservadores se juntaron en La Plata, en medio de la crispada Argentina, para hacerle un homenaje al ex presidente radical. Y es el único político que, hasta ahora, le arrancó al matrimonio Kirchner palabras ponderativas del diálogo y el consenso.

Ese lugar en la historia de referente insoslayable de la democracia, de última reserva de un sistema político agobiado a veces de conflictos y de rupturas, no se lo ha sacado ni siquiera la posterior saga de aciertos y errores propia de cualquier vida.

ALFONSIN VOLVIO A CONMOVER, 25 AÑOS DESPUÉS



PUBLICADO EN LA NACION

El festejo comenzó en un Luna Park colmado de banderas rojas y blancas y militantes radicales al borde de las lágrimas, y terminó frente a la casa de Raúl Alfonsín con una multitudinaria manifestación. Así, la UCR homenajeó anoche al ex presidente en el 25° aniversario de las elecciones que marcaron el fin de la última dictadura militar.

Si bien Alfonsín no pudo asistir por su delicado estado de salud, estuvo presente con un emotivo mensaje grabado en video, en el que hizo un llamado al diálogo entre los argentinos. "Diálogo que no es simplemente diálogo entre gobierno y oposición, que es diálogo también dentro de la oposición", dijo el ex mandatario. Y planteó que el Gobierno "no puede sentirse el realizador definitivo de la Argentina del futuro porque haya ganado una elección". Fue el pasaje más aplaudido del ex presidente.

Los organizadores del acto improvisaron un final a lo grande y convocaron a los casi 8000 radicales reunidos a marchar 15 cuadras hasta la casa de Alfonsín, en Santa Fe al 1700.

El ex presidente pidió "no quedarnos en un pasado que ya fue" (un reproche que suele hacerle al kirchnerismo) ni creer que se construye democracia "sobre la base de la destrucción" de todo lo preexistente (lo llamó "neoanarquismo").

En cambio, hizo un fuerte llamado al diálogo y a la búsqueda de consensos. "Tenemos que querernos más entre todos los argentinos, porque a través del esfuerzo común es cómo vamos a resolver nuestros problemas", exhortó.

En las gradas del Luna Park, ocupadas por la militancia joven, pero también por familias y señoras que querían ver al ex presidente, se mezclaba la desazón por la ausencia de líder radical con la emoción de escuchar sus palabras grabadas.

"Olé olé, olé olá, somos la vida, somos la paz, somos el juicio a la junta militar", fue el canto más repetido. Aunque no faltó ninguno de aquellos clásicos que los jóvenes radicales entonaban en el 83.

En referencia a los años 70, Alfonsín habló de los miles de jóvenes "llevados a verdaderas catástrofes" por perseguir objetivos esenciales, pero que "no podían concretarse a través de la violencia", y recordó que no existe democracia sin disensos.

El ex presidente dejó sentada su opinión política cuando pidió no sólo diálogo entre la oposición y el Gobierno, sino también "dentro de la oposición".

No fue un mensaje inocente. En la primera fila lo escuchaban los dirigentes que ya no están entre las filas del centenario partido: el vicepresidente Julio Cobos (ex líder de los radicales K) y los fundadores de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; y de Recrear, Ricardo López Murphy.

El dato no puede escapar a una lectura política, justo cuando buena parte de la oposición (ellos tres incluidos) ensaya acuerdos para llegar aliados a las próximas elecciones.

"Alfonsín y yo luchamos por la unidad del partido, para volver al radicalismo", reconoció Cobos, que llegó acompañado por el gobernador de Corrientes, Arturo Colombi, y una decena de intendentes y legisladores de su grupo.

"No especulo con un retorno a la UCR, abogo por la conformación de un frente cívico que le dé al país una alternativa", admitió López Murphy, que dialoga con dirigentes de varios sectores.

Mirada al futuro

En cambio, como escondida en una punta del sector de invitados especiales, Elisa Carrió se esforzaba por sacarle contenido político a su presencia.

"Vine por 40 años de historia familiar, hice lo que me pidió el corazón", dijo a LA NACION, también rodeada de una decena de diputados y el candidato porteño, Alfonso Prat-Gay. La jefa de la Coalición Cívica se fue cuando supo que Alfonsín no iría.

Con el corazón añorando el pasado, pero la mirada puesta en el futuro, el acto radical estuvo lleno de mística partidaria y referencias a 1983, pero en todo momento la UCR buscó mostrar que atraviesa un proceso de recuperación y se ve a sí misma como eje de un proyecto opositor alternativo al Gobierno.

Así lo dejaron claro los otros oradores, el presidente del partido, Gerardo Morales, y el jefe de la Juventud Radical, Juan Nosiglia, que convocaron a una construcción junto a otros partidos, en medio de elogios a la figura de Alfonsín. "El llamó a bajar las banderas partidarias y levantar la celeste y blanca", apuntó Morales.

El jefe de la UCR le pegó muy duro al kirchnerismo, pero debió soportar los silbidos de los radicales rionegrinos, que le pidieron que levantara la intervención del distrito.

Frente al escenario, escuchaban varios ministros de Alfonsín, dirigentes cercanos a él como Federico Storani, Leopoldo Moreau, Jesús Rodríguez y Enrique Nosiglia. El bloque de diputados y senadores radicales casi completo, radicales K como los intendentes Enrique García y Gustavo Posse, y dirigentes de todas las épocas.

"No falta nadie, hace años que no teníamos un acto así masivo", se entusiasmaban los radicales, sorprendidos por la repercusión del acto.

El festejo, que había empezado con una vigilia de los jóvenes frente a la casa del Alfonsín, terminó en el mismo lugar.

En una caravana bulliciosa, que cortó por completo la avenida Santa Fe desde Carlos Pellegrini hasta Callao, buena parte de los dirigentes que estuvieron en el Luna Park le hicieron oír su entusiasmo a Alfonsín, que siguió el acto por Internet y por televisión.

Atrás había quedado el Luna Park, que después de tantas peleas sirvió para recordar la mejor victoria, la de la democracia.

DEMOCRACIA DEMOSGRACIAS: EL RECUERDO DE FÉLIZ LUNA

PUBLICADO EN LA NACION

Venía yo de La Rioja con mi familia después de pasar unos días de descanso allí. Hicimos un alto en Córdoba en la casa de una parienta de mi mujer. Para cortar el viaje con algo grato les dije a todos los presentes que los invitaba a tomar un helado: de inmediato, una criadita de la casa donde estábamos- diez años a lo sumo-, salió como una flecha, abrió un bargueño, sacó algo y esperó a bajar con todos a la heladería.

Esto ocurría en el verano de 1978 y en un primer momento no advertí qué es lo que la chiquilina había sacado del mueble. Después me di cuenta: era su documento de identidad. Atención: la heladería en cuestión quedaba a media cuadra, estábamos en el centro de Córdoba y serían las cuatro de la tarde. Pero indudablemente la muchachita aquella tenía internalizada la obligación de llevar encima el documento, no más poner los pies en la calle aunque fuera por unos minutos.

Era uno de los tantos efectos de la dictadura entonces vigente. Hoy ni a aquella chinita ni a nadie se le ocurriría llevar su DNI para bajar a la calle. Pero en aquella época era lo normal, por lo menos lo que se esperaba de la gente. Este estado de sospecha, de vigilancia permanente, había calado hondo en la sociedad, imponiendo una sumisión que, para los gobernantes de la época, era sinónimo de orden. Todos estaban bajo sospecha, todos sabían que estaban bajo sospecha y esta sensación no era la menor de las consecuencias de la dictadura.

Así se estaba modelando una sociedad sumisa y pusilánime, preparada para apoyar cualquier aventura promovida desde el poder. Después de 25 años de vivir en democracia -aunque, lo reconozco, llena de defectos- digo que prefiero esta sociedad de ahora, protestona, tumultuosa y ardua a aquella que obligaba a una chiquilina de diez años a andar con su documento como un salvoconducto dentro de una ciudad sitiada.

Esta fue la sensación que tuve cuando Raúl Alfonsín asumió la presidencia y restauró la democracia con ese sólo hecho.

EL PAIS CELEBRÓ LA DEMOCRACIA CON RAÚL ALFONSIN


RELATO DEL MULTITUDINARIO ACTO REALIZADO EL 30 DE OCTUBRE DE 2008 PARA CELEBRAR LOS 25 AÑOS DE DEMOCRACIA PARA SIEMPRE

"COMO EN EL 83": CRÓNICA DE BEATRIZ SARLO, EN PERFIL



A las cinco de la tarde las colas rodeaban el Luna Park. Un poco más tarde se abrieron las puertas. Se ocuparon primero las gradas frente al escenario y a la izquierda; luego comenzaron a llenarse las de la derecha. En la platea, estaban casi todos los que fueron la Juventud Radical hace veinticinco años; hoy son hombres grandes, marcados por ese cuarto de siglo que los vio integrando la guardia de leales a Alfonsín, en el momento épico de las elecciones y la llegada al gobierno, para enfrascarse luego en decenas de riñas, reconciliaciones y nuevos encontronazos por el poder. Hace veinticinco años, esos hombres (porque son, sin excepción, hombres) eran la renovación; hoy, otros dirigentes les han dado alcance, tanto en la presidencia del Comité Nacional como en muchos distritos. Una parte de la herencia de Alfonsín se dispersó entre quienes se van sentando en la platea, saludándose sin la ampulosidad a la que acostumbran, en general, los políticos de otros partidos. Son gente que se ha equivocado mucho, pero no ha perdido un cierto estilo austero.

En la segunda fila, está una mujer diminuta que, en su momento, despertó la cólera de la Iglesia por su proyecto de ampliar las causales de despenalizacion del aborto; dibujada en madera marfilina, la cara de Florentina Gómez Miranda se vuelve hacia las gradas de donde llegan las canciones que no han sido, casi, actualizadas. Por el contrario, algunas consignas vienen del fondo de los veinticinco años transcurridos, como el eco de lo que se creyó posible entonces: “Franja Morada, la patria liberada”. Con frecuencia se escuchan los mismos nombres: los Ricardos están sobrerrepresentados, el porcentaje de Leandros, Hipólitos y Raúles es también mucho más alto que en el resto de la sociedad argentina. Los partidos son también sus nombres bautismales.

La llegada de Cobos, con la custodia que transporta un vicepresidente, produce un remolino en la superficie que, hasta ese momento, era tranquila. La seguridad de Cobos se interpone entre su custodiado y los fotógrafos (incluido el fotógrafo de este diario). Las tribunas no reciben a Cobos con las aclamaciones televisivas que lo rodean en los ámbitos indiferentes a la política desde su voto en disidencia con el Gobierno. Apenas si un rumor y algunos aplausos para este hombre gris, cuyo temperamento y su relativamente tardío ingreso a la política lo convierten en alguien distinto a los radicales de nacimiento (hijos y nietos de radicales, o militantes que se sumaron al partido durante la dictadura, radicales a la vieja usanza, que no necesariamente es mala). Cobos es un post político típico de estas épocas. Por eso, en tribunas intensamente radicales como las de este acto, Cobos es casi un extranjero y, para peor, un extranjero que durmió en las carpas del kirchnerismo, aunque ahora las haya abandonado o lo hayan desalojado de ellas.

Otro remolino encierra la entrada de Enrique Olivera y Elisa Carrió: no se la ve a ella, otra radical de familia, que prefirió dormir en su propia carpa o vivir a la intemperie antes que seguir las idas y vueltas, las alianzas y los pactos que el gran homenajeado de esta noche imprimió a su partido hasta arriesgar incluso su anegamiento en las aguas de los acuerdos que le impuso. Con la misma voluntad de hierro con la que cumplió su promesa electoral de enjuiciar a las juntas militares, Raúl Alfonsín torció la convicción y el sentimiento de muchos en la UCR cuando firmó con Menem el Pacto de Olivos. En ese arco, la Argentina le debe tanto a este hombre homenajeado hoy: el juicio a las juntas, que fue la piedra liminar de la democracia, el umbral que, una vez atravesado, ya no permitió el retroceso, pese a las propias leyes que Alfonsín promulgó sobre Obediencia Debida y Punto Final. El juicio a la juntas no se borró con nada, no tuvo correcciones aunque su propio impulsor quiso imponérselas. Del mismo modo, el Pacto de Olivos no se borró y lo metió al país en la segunda parte de los “años Menem”. Alfonsín abrió y cerró puertas: la impulsó a Carrió como constituyente de la asamblea que le garantizó a Menem su reelección y, con el mismo gesto fundador, le dio a Carrió su primera oportunidad política.

Los videos de discursos de Alfonsín se repiten. En el acto del Obelisco, cierre de campaña en 1983, con la avenida 9 de Julio cubierta por un millón de personas, Alfonsín, ya antes de ganar las elecciones del 30 de octubre, había probado que podía ganarle la calle al Partido Justicialista. En esos días, los encuestadores más minuciosos pensaban que los números les daban mal, que erraban los resultados porque les indicaban que Alfonsín vencía, en elecciones libres, a un peronismo no proscripto. Y, por su parte, ese peronismo no proscripto estaba rabioso, con dirigentes mediocres que los mejores hombres despreciaban o aborrecían, y sobre todo rabioso porque intuía que, por primera vez, la taba electoral se daba vuelta. El peronismo hasta ese momento sólo conocía la persecución o la victoria. De repente, un dirigente de Chascomús, como ironizaban algunos marxistas traslúcidos, les prometía la convivencia democrática pero también la derrota.

Al costado del escenario, a derecha e izquierda, dos gradas fueron ocupadas por los nuevos jóvenes, dirigentes, concejales, intendentes: noventa por ciento de hombres; el resto, algunas chicas. Debe ser difícil encontrar un partido con ese indómito predominio masculino. La convocatoria al acto es de la Juventud Radical presidida por el hijo de quien fue uno de los jóvenes del ’83, el ministro Nosiglia; este nuevo Nosiglia, Juan Francisco, inauguró el acto, cuyo segundo orador fue Sergio Duarte, secretario de la mesa nacional de Franja Morada. La locutora, Graciela Mancuso, viene desde 1982 presentando los actos radicales. O sea: un descendiente de la nobleza republicana del partido, a cuyo padre Alfonsín le ha dado muestras de afecto incluso cuando los ingenuos creían que iba a desprenderse de él; un representante del movimiento estudiantil que hegemonizó, en muchas universidades, la transición democrática y luego inauguró, en algunas de ellas, como la de Buenos Aires, la política del militante-funcionario rentado; una mujer emocionada, que no puede creer que la historia le ofrece a ella una segunda vuelta.

Finalmente habló Gerardo Morales, más joven que la vieja guardia alfonsinista. Como es presidente del Comité Nacional, la recepción no fue unánime; Morales quiere dirigir un partido, no conservar un símbolo. Nadie puede asegurar que lo logre, pero se le responde como a alguien que está en la disputa del poder. Sin embargo, pese al diálogo breve que intercambió con quienes le pedían que no interviniera distritos, el acto no perdió sino por segundos su carácter de conmemoración: “No pertenece sólo al radicalismo –dijo Morales– sino a todos”. Sus últimas palabras son las que cualquiera allí hubiera podido pronunciar, incluso los más vacilantes o los más ávidos de poder, los más dubitativos o los más sectarios: “Gracias, Alfonsín, por haberle dado sentido a nuestras vidas”.

En ese momento, en un clima de intenso historicismo, es decir de identidad intensa, se anunció que Alfonsín no llegaría al Luna. Con aplausos y silencios alternados, se proyectó el discurso cuyas imágenes ocuparon fugazmente el lugar vacío. Pero son sólo imágenes.

Enseguida los dirigentes juveniles toman el micrófono: “Alfonsín no viene, pero nosotros vamos a su casa: Leandro Alem, Maipú, Santa Fe”. A las once de la noche, los vecinos salen a los balcones; suenan bombos y se agitan banderas. Todos miran hacia arriba, esperando el milagro de una aparición. El partido acompañó, todavía en vida, al político que lo sacó de perdedor y quiso ponerlo en el centro de la izquierda argentina. La carta de Michelle Bachelet, los videos con saludos de Jimmy Carter, Felipe González, José Sarney, Julio Sanguinetti y Lula cumplen el sueño latinoamericano del hombre que se duerme mientras una cuadra llena de gente vela frente a su casa.

miércoles, 8 de octubre de 2008

LA JR VISITÓ CUBA




En el mes de Septiembre, a través de su presidente Gustavo Puccini, Aldana Iñiguez, (Secretaria Mesa) y Juan Cruz Cándido, Pte Departamental Constitución, la JR mantuvo un intercambio político con el Instituto Cubano de Amistad con los pueblos (ICAP) en la ciudad de la Habana.



En el ICAP

Fueron recibidos por Liliana Zamora (Foto), encargada del Instituto para las relaciones con la República Argentina , y por el director del ICAP para América Latina, Ricardo Prieto.

La reunión se desarrollo por el término de más de 2 hs, donde existió un intercambio de visiones políticas tanto de Cuba como de la Argentina , un revisión de los programas de Salud y Educación que Cuba lleva adelante y la evaluación de los saldos que dejó el paso del primer huracán por la isla.

En esta oportunidad, la JR hizo entrega de un plato de plata (ver foto) donde expresa la solidaridad con el pueblo cubano haciendo mención de la frase de Hipólito Irigoyen “los hombres son sagrados para los hombres, los pueblos son sagrados para los pueblos” y una carta en representación de toda la juventud radical santafesina en repudio al injusto bloqueo económico por parte de los EEUU.



Al mismo tiempo, cumpliendo con las responsabilidades institucionales, G. Puccini y J.C. Cándido hicieron entrega de materiales de las comunas a las que representan como autoridades locales. También se hizo entrega de las banderas del país y de la provincia. Por su parte Ricardo Prieto regaló el libro (segunda edición corregida) a La JR , “100 horas con Fidel”.

En esta reunión se coordinaron para el día siguiente dos visitas institucionales.



Visita al comienzo ciclo de clases

Al día siguiente la JR fue invitada al comienzo del ciclo electivo en la Escuela primaria “Arturo Montori Céspedes” acompañados por personal del ICAP. “Presenciamos a un día de pasado el huracán el comienzo de clases en una de las mejores educaciones del mundo, donde los chicos cursan desde las 8 de la mañana hasta las 16 hs. (teniendo en cuenta que no existen días de paro), ese mismo día a cada alumno se le hizo entrega del material de estudio para el resto del año. Cada aula cuenta con un profesor para solamente 20 alumnos” manifestó Juan Cruz. Por su parte, lo que más nos impresionó fue que el acto era liderado por los “pioneros”, esto es niños elegidos por cada curso como representantes estudiantiles de 10 años edad. Actos que en nuestro país lo llevan adelante directores y docentes”, contó Aldana Iñiguez.

En el establecimiento mantuvieron una pequeña reunión con la directora del colegio donde también se hizo entrega de distintos materiales del país. (Foto)






Consejo Popular

Acompañados por Liliana Zamora (Icap) la JR visitó un Consejo Popular (lo que en argentina sería una Comuna) en el Municipio de Marianao, Santa Felicia, el “Taller de Transformación integral del Barrio” (TTIB) donde fueron recibidos por la presidenta, los dos delegados y dos concejeros.

En esta reunión se llevó adelante un intercambio netamente político ya que los integrantes del Taller, además de contar los trabajos que realizan en ese municipio explicaron cómo funciona el modelo político de Cuba.

“Entre otras cosas para destacar, los representantes nos hablaron sobre el sistema electoral, donde cada uno es elegido por el pueblo cada 2 años, y la custodia de las elecciones la llevan adelante los niños (custodia que aquí realiza Gendarmería Nacional). Por su parte, Cristina quién es la presidenta del Taller, además cumple la función de delgada provincial (lo que en nuestro país sería un diputado provincial) nos contó que ahí no cobran sueldo sino que siguen manteniendo el sueldo de su trabajo anterior hasta tanto dejen de cumplir sus funciones públicas, detalló Gustavo Puccini.

Los representantes le hicieron entrega a la JR de documentos donde detallan todos los trabajos realizados por el TTIB y una guía sobre la Universidad para los ancianos que se lleva adelante en Cuba. Por su parte, la JR hizo entrega de una carta en representación de toda la JR de Santa Fe. (Foto)



Una vez más la Juventud Radical , estuvo al lado de uno de los íconos de la lucha, la resistencia, la defensa de las ideas y saludando a un pueblo que centra toda su fuerza en el desarrollo del ser humano.

USAR A ALFONSIN, por Pepe Eliaschev

Perfil.com Entre las 1.663 palabras dichas por Raúl Alfonsín en la Casa Rosada el miércoles sobresalen nueve: “La política no es solamente conflicto, también es construcción”.
Minutos antes, el jefe de los diputados kirchneristas, Agustín Rossi, vociferaba en el Congreso: “Lo único que federalizó Alfonsín fue la hiperinflación y los saqueos. En cambio, este gobierno federalizó la obra pública y la redistribución”.
Para Alfonsín, de 81 años y enfermo de cáncer, “la intolerancia, la violencia, el maniqueísmo, la compartimentación de la sociedad (…), la indisponibilidad para el diálogo, la negociación, el acuerdo o el compromiso, han sido maneras de ser y de pensar que (…) constituyen todavía hoy una de las principales rémoras y déficits con los que carga nuestra democracia”. Para él “los argentinos hemos vivido demasiado tiempo discutiendo para atrás”.
La respuesta oficial se conoció de inmediato. Néstor Kirchner dijo: “Me parece muy bien su mensaje, pero uno no tiene que renunciar a la justicia” (sic).
Kirchner, que no se opuso a los indultos a los ex comandantes concedidos por Carlos Menem en 1990, no acompañó los juicios y sentencias que en 1985 mandaron a la cárcel a los jefes militares del Proceso.
La segunda réplica a Alfonsín vino de Madres de Plaza de Mayo: “Alfonsín ya tiene su busto en la Rosada, rodeado por Illia y Perón. En su extensa lectura repitió aquello de que ‘los argentinos no debemos mirar para atrás’. Seguramente, la intención será que olvidemos su papelón en Semana Santa, la teoría de los dos demonios que utilizó en el Nunca más y sus leyes aberrantes a favor de los genocidas, cosas que no olvidaremos jamás”.
Rossi, Kirchner y Hebe de Bonafini expresan con deliberada ambigüedad una ideología adversa a una verdadera cultura democrática.
El Dr. Alfonsín me concedió una entrevista exclusiva el 14 de agosto, que PERFIL publicó el sábado 16 de ese mismo mes. Hacía pocos días que Cristina Kirchner había ido a saludarlo e interesarse por su salud. Alfonsín acababa de completar su quimioterapia. Privó allí el mismo criterio de Elisa Carrió:darle un beso a Alfonsín para así “poder dormir tranquila”.
Le pregunté por sus sentimientos respecto de la visita de la Presidenta y él, discreto, contenido y perspicaz, me contestó: “Bueno, pero es lo normal, ¿no? Menem me vino a ver cuando casi me mato en un accidente, yo lo visité cuando él tuvo un problema circulatorio delicado, y ahora la Dra. Kirchner se interesa por mi salud. Algo normal en una democracia, ¿no es cierto?”.
Alfonsín me dispensa afecto y respeto desde que salió del gobierno, en 1989. Sólo entonces nos presentaron. Es bueno tener el aprecio de un patriota cuando carece de todo poder y nada tiene para dar en lo material.
Cuando me dijo “¿no es cierto?” vi en sus ojos esa sana malicia que descubrí en 1989, la lucidez de un arquitecto de la cultura democrática, la más robusta expresión de vocación de servicio que puede exhibir nuestra corta historia republicana.
Los paradigmas del viejo luchador son intrínsecamente ajenos a la praxis del actual oficialismo. Sus vigas maestras son consenso, reconciliación, diálogo, negociación, acuerdo, compromiso. Alfonsín cree en lo que el kirchnerismo, en el fondo, aborrece.
Por eso, las reacciones de Rossi. Kirchner y Bonafini no son extemporáneas. Son previsibles luego de estas palabras del ex presidente:”Hoy todavía hay rastros de ese canibalismo político que ha teñido la práctica política. La política implica diferencias, existencia de adversarios políticos (…). Pero la política no es solamente conflicto, también es construcción. Y la democracia necesita más especialistas en el arte de la asociación política”.
Ante un equipo gobernante que ha procurado circunvalar un sistema basado en instituciones, Alfonsín dijo al asumir en 1983 y se lo recordó ahora a los Kirchner, 25 años después: “No será posible resistir la cantidad de presiones que estamos sufriendo y sufriremos, si no hay una generalizada voluntad nacional al servicio de lo que debieran ser las más importantes políticas de Estado, expresada en la existencia de partidos políticos claros y distintos, renovados y fuertes, representativos de las corrientes de opinión que se expresan en nuestra sociedad”.
Pero la cultura democrática no es sistemáticamente devaluada en los hechos sólo por el decisionismo hegemónico del Gobierno. Hasta los medios periodísticos terminan menoscabando ocasiones excelsas para consolidarla.
A la mañana siguiente del acto en la Casa Rosada, los diarios mostraron su alma, de cara a las 1.663 palabras dichas por Alfonsín. Clarín le dedicó 1.424 palabras, incluyendo 507 consagradas a la ausencia de Julio Cobos y sólo 90 al discurso de Alfonsín (el 12%). De las 1.299 palabras que usó La Nación, 492 fueron para Cobos y sólo 105 para Alfonsín (13%). De las 1.058 que invirtió Ambito Financiero, sólo 93 fueron para reproducir el texto de Alfonsín (9%). Crítica dedicó 745 palabras, con 173 para el ex presidente (23%). En Página/12 tuvieron 1.087 palabras, 186 para Cobos y sólo 83 para Alfonsín (9%). Es lo que hay.

DISCURSO DE RAUL ALFONSIN EN LA INAUGURACIÓN DE SU ESTATUA EN CASA ROSADA

De todos los honores y privilegios que la vida me ha dado, y en verdad han sido muchos, por cierto jamás hubiera imaginado acceder a éste que se me concede, el de presenciar la inauguración de un monumento de mi persona. No lo hubiera imaginado, no lo hubiera permitido. Del mismo modo, tal cual rechacé invitaciones anteriores, en la actual circunstancia, desde luego que no interpreto que se realiza un homenaje a mi persona, sino a la democracia que logramos los argentinos.

Siempre creí y así lo dije en tantas oportunidades que es la misión de los dirigentes y de los líderes plantear ideas y proyectos evitando la autoreferencialidad y el personalismo; orientar y abrir caminos, generar consensos, convocar al emprendimiento colectivo, sumar inteligencias y voluntades, asumir con responsabilidad la carga de las decisiones. “Sigan a ideas, no sigan a hombres”, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática.

En esta galería de presidentes, conviven aquellos que expresaron e interpretaron esa voluntad del pueblo de forjar un destino propio, con aquellos que fueron impuestos o se impusieron por la fuerza, como consecuencia de la frustración de aquellos anhelos. Si los contamos, todavía encontraremos seguramente más presidentes de facto que presidentes elegidos por el pueblo. Esto es lo que notablemente ha cambiado a partir de 1983; no hubo ni habrá aquí más presidentes de facto.

Son las certidumbres que debemos evocar y a las que debemos rendir homenaje en estos 25 años que estamos cumpliendo de joven pero incompleta democracia. La democracia que tenemos es nuestra casa común; el hábitat y las normas que nos deben permitir desarrollar nuestras vidas más plenamente como individuos y familias, como sociedad y como pueblo que aspira a ser una nación. Veinticinco años después, nos toca mejorarla, fortalecer sus capacidades transformadoras y dar contenido real a la igualdad de oportunidades asegurando y expandiendo nuestras libertades.

Democracia es vigencia de la libertad y los derechos pero también existencia de igualdad de oportunidades y distribución equitativa de la riqueza, los beneficios y las cargas sociales: tenemos libertad pero nos falta la igualdad. Tenemos una democracia real, tangible, pero coja e incompleta y, por lo tanto, insatisfactoria: es una democracia que no ha cumplido aún con algunos de sus principios fundamentales, que no ha construído aún un piso sólido que albergue e incluya a los desamparados y excluídos. Y no ha podido, tampoco aún, a través del tiempo y de distintos gobiernos construir puentes firmes que atraviesen la dramática fractura social provocada por la aplicación e imposición de modelos socioeconómicos insolidarios y políticas regresivas.

El 10 de diciembre de 1983, en mi primer mensaje ante el Congreso de la Nación como Presidente convoqué a todos los argentinos a una tarea común para constituir la unión nacional.

Para lograrlo era imprescindible luchar por un Estado independiente, que no podía subordinarse a poderes extranjeros, ni a grupos financieros internacio¬nales, ni a los privilegios locales. La propiedad privada cumplía un papel importante en el desarrollo de los pueblos, pero el Estado no podía ser propiedad privada de los sectores económicamente poderosos.

Era necesario buscar un consenso fundamental: la democracia aspira a la coexistencia de las diversas clases y sectores sociales, de las diversas ideologías y de diferentes concepciones de vida. Es pluralista, lo que presupone la aceptación de un sistema que deja cierto espacio a cada uno de los factores y hace posible así la renovación de los gobiernos, la renovación de los partidos y la transformación progresiva de la sociedad.
“La democracia es previsible, y esa previsibilidad indica la existencia de un orden mucho más profundo que aquel asentado sobre el miedo o el silencio de los ciudadanos.

“La previsibilidad de la democracia implica elaboración y diálogo que no excluirá, sin duda, tempestuosos debates y agrios enfrentamientos de coyuntura que nutrirán al estilo republicano triunfante ya en el país”.
“La democracia no se establece sólo a través del sufragio ni vive solamente en los partidos políticos. Nuestro gobierno no se cansará de ofrecer gestos de reconciliación, indispensables desde el punto de vista ético e ineludibles cuando se trata de mirar hacia delante”.

Sin la conciencia de la unión nacional, sostuvimos, será imposible la consolidación de la democracia; sin solidaridad, la democracia perderá sus verdaderos contenidos. Esta llama debe prender en el corazón de cada ciudada¬no, que debe sentirse llamado antes a los actos de amor que al ejercicio de los resentimientos.
Sabíamos que la tarea exigiría tiempo, esfuerzos, sacrificios, claridad de ideas y una gran energía encauzada por un preciso sentido de la prudencia y el equilibrio, pero teníamos una ventaja: la experiencia nos había enseñado que, cada vez que perdimos la democracia, la inmensa mayoría de los argentinos terminó perjudicándose.

También habíamos aprendido que los que estimulan la impaciencia para proponer la intolerancia y la violencia como remedios terminan favoreciendo los intereses del privilegio. Aprendimos que cuando el pueblo no decide sobre el gobierno, la nación y el pueblo quedan desguarnecidos frente a los intereses de adentro y de afuera.

Habíamos aprendido que existían fuerzas poderosas que no querían la democracia en la Argentina. Sabíamos que la reivindicación del gobierno del pueblo, de los derechos del pueblo para elegir y controlar el gobierno de acuerdo con los principios de la Constitución, planteaba una lucha por el poder en la que no podíamos ni debíamos bajar los brazos, una lucha que teníamos que librar y en la que teníamos que triunfar.

En este planteo puede destacarse también el lugar central que tiene la cuestión de la transformación de nuestra cultura política; aquello que suele llamarse la “dimensión subjetiva” de la democracia. Y sabemos que el esfuerzo por crear bases estables y predisposiciones arraigadas para la convivencia democrática pasa necesariamente por superar las deformaciones asentadas en la mentalidad colectiva de nuestro país como herencia de un pasado signado por la frustración y el autoritarismo.

En efecto: la intolerancia, la violencia, el maniqueísmo, la compartimentación de la sociedad, la concepción del orden como imposición y del conflicto como perturbación antinatural del orden, la indisponibilidad para el diálogo, la negociación, el acuerdo o el compromiso, han sido maneras de ser y de pensar que echaron raíces a lo largo de generaciones en nuestra historia. Y que por cierto, constituyen todavía hoy una de las principales rémoras y déficit con las que carga nuestra democracia.

Está convicción viene acompañada de una invitación y un deseo esperanzado. Propongo que todos lo intentemos, con la cabeza y el corazón en el presente y la mirada hacia el futuro. Porque los argentinos hemos vivido demasiado tiempo discutiendo para atrás. En política esto tuvo una expresión trágica durante décadas: la única forma que tenía la oposición para llegar al gobierno, era que le fuera mal al de turno, sin advertir que al dificultar la gestión a quien se derrotaba era a la Nación.

Hoy todavía hay rastros de ese canibalismo político que ha teñido la práctica política. La política implica diferencias, existencia de adversarios políticos, esto es totalmente cierto. Pero la política no es solamente conflicto, también es construcción. Y la democracia necesita más especialistas en el arte de la asociación política. Los partidos políticos son excelentes mediadores entre la sociedad, los intereses sectoriales y el Estado y desde esa perspectiva hemos señalado que lo que más nos preocupa es el debilitamiento de los partidos políticos y la dificultad para construir un sistema de partidos moderno que permita sostener consensos básicos. No será posible resistir la cantidad de presiones que estamos sufriendo y sufriremos, si no hay una generalizada voluntad nacional al servicio de lo que debieran ser las más importantes políticas de Estado expresada en la existencia de partidos políticos claros y distintos, renovados y fuertes, representativos de las corrientes de opinión que se expresan en nuestra sociedad.

Y a propósito de bustos, estatuas e íconos, y del sentido que le damos a estas evocaciones del pasado, siempre recuerdo la historia de “ La Estatua de Sal”, aquel pasaje de la Biblia en la que un ángel le advierte a Lot: “¡Sálvate! ¡No mires hacia atrás ni te detengas! ¡En ello te va la vida!.” Su mujer quiere ver el exterminio de Sodoma. Mira hacia atrás y queda convertida en una estatua de sal.

Sin embargo, hay también otro riesgo. Están aquellos que no miran hacia atrás pero tampoco lo hacen hacia ningún lado. Los que ni siquiera tienen pensamiento propio. Erich Fromm, en su libro “¿Podrá sobrevivir el hombre?”, lo define como el pensar inauténtico, de autómata, de aquel que cree que algo es verdad no porque haya llegado a esa convicción por el propio pensar, basado en observaciones o experiencias, sino porque se lo han sido “sugerido”, porque le ha sido propuesto “...por fuentes que llevan consigo el peso de las autoridad, en una u otra forma.”, modas y olas pasajeras, distintas formas de “pensamiento único”.

Otro gran pensador que hemos seguido, Norberto Bobbio, escribió en su libro De Senectute: “somos también lo que elegimos recordar”. Toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y fortalecer le gobierno de la ley, para que la ley y el Estado de Derecho estuvieran separados de cualquier personalismo. Nuestro país tuvo un talón de Aquiles: no podíamos garantizar la alternancia democrática del gobierno. El objetivo de toda mi vida ha sido que los hombres y mujeres que habitamos este suelo podamos vivir, amar, trabajar y morir en democracia. Para ello era y es necesario que además de instituciones democráticas haya sujetos democráticos, porque sólo así pueden sobrevivir a sus gobernantes.

Y lo bueno de las instituciones democráticas es que no necesitan efigies que las presidan, ni estatuas que les den su investidura. Pero si en algún rincón de sus edificios públicos es posible evocar a aquellos hombres y mujeres que las han presidido o que contribuyeron a defenderlas y ponerlas en movimiento al servicio de la sociedad, bienvenido sea.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

JR Y FRANJA EN PLENA CAMPAÑA POR EL MEDIO BOLETO

EN WWW.SINMORDAZA.COM

La Juventud Radical creó su propio espacio en la red. A través de www.jrsantafe.blogspot.com , los interesados podrán informarse sobre todas las actividades del partido. Modelo de Ordenanza para apoyar el Medio Boleto estudiantil.

Conferencia de prensa en Esperanza

El pasado sábado, se llevó adelante una conferencia de prensa en el Comité departamental de la Ciudad de Esperanza, departamento Las Colonias. De la misma participaron el Pte. De la JR Gustavo Puccini, los Vice Pte, José Mascheroni y Diego Maciel, los legisladores provinciales, Carlos Fascendini y Santiago Mascheroni, y el Pte Comité departamental Gastón Gardiol.

Los diputados Santiago Mascheroni y Carlos Fascendini explicaron la iniciativa que reconoce las dificultades que pueden existir con los permisionarios del servicio pero que consideraron “fundamental para apoyar la educación de nuestros jóvenes”. Ambos legisladores dijeron que en “el diálogo se encontrará las alternativas necesarias para la sanción de ésta ley tan ansiada y necesaria”.

En los Medios Rosarinos

Los principales medios de Rosario (Canal 5, Lt8, radio 2) cubrieron en el día de ayer las actividades a favor del Medio Boleto para estudiantes universitarios que impulsan en distintos ámbitos la Juventud Radical y Franja Morada (Regional Rosario)

Dirigente de Franja Morada informaron que en tan sólo 4 días existen más de 2000 firmas las que además serán adjuntadas al proyecto en los próximos días. Asimismo dirigentes de la Juventud Radical santafesina comunicaron que ya serían 10 los concejos deliberantes que aprobaron por unanimidad el apoyo al Medio Boleto, las que también se adjuntarán al proyecto de ley del Bloque UCR. Las organizaciones juveniles de la UCR continuarán trabajando en unidad para conseguir este ansiado reclamo.

De las conferencias de prensa ofrecidas en Rosario participaron por la JR Juan Cruz Cándido (Comisión de seguimiento del proyecto) y Joaquín Olivera (Franja Morada).

Reunión con la Comisión de Transporte

Este miércoles a las 12 en la legislatura provincial, la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados, compuesta por los legisladores Javkin, Boscarol, Monti, Cejas y Blanco, recibirá a la Comisión de seguimiento de la JR para avanzar en el tratamiento del proyecto. Las expectativas están puestas en despejar todas las dudas, escuchar la posición de los diputados para intentar hacer pasar el proyecto, en el menor tiempo posible.

Reunión en Facultad de Humanidades (Rosario)

Para analizar los resultados que arroje la reunión con la Comisión de seguimiento y la Comisión de Transporte, se llevará adelante este miércoles a las 20:00 una reunión en la facultad de Humanidades y Artes de la UNR. El objetivo es estar en plena comunicación con la comisión de seguimiento que desde el mediodía del miércoles se encontrará en Santa Fe.

martes, 16 de septiembre de 2008

Y SIGUEN ESCRIBIENDO



Se cumple hoy un nuevo aniversario de la tristemente celebre Noche de los Lápices.

Como en Tlatelolco, como en Tiananmen: Los jóvenes hemos padecido todos y cada uno de los ataques contra la paz y la libertad.

Quizá sea porque la rebeldía intrinseca de nuestra condición nos lleve a utlizar con frecuencia ese vocablo que distingue a los hombres libres y que es el NO, siempre tan revulsivo a los poderosos de turno.

Quizá sea porque tenemos más fuerza para levantarnos frente a las injusticias.

Quizá sea porque todavia no perdemos la capacidad de soñar un mundo mejor.

Por todo eso, nuestro mejor homenaje es continuar la lucha.

lunes, 15 de septiembre de 2008

LA JR PRESENTÓ EN ESPERANZA EL PROYECTO DE MEDIO BOLETO



En la sede Esperanza de la Unión Cívica Radical, los integrantes de la Mesa Provincial de la Juventud Radical integrada por Gustavo Puccini, Diego Maciel y José Mascheroni junto a la Mesa Departamental integrada por Gastón Gardiol y los diputados Santiago Mascheroni y Carlos Fascendini presentaron la iniciativa que beneficia a los estudiantes universitarios y terciarios.

El presidente de la JR Gustavo Puccini dijo que "el medio boleto representa una prioridad para nuestra organización y es una bandera irrenunciable desde hace cinco años. Es una forma de apoyar la educación".

En ese sentido, dirigentes de la JR provincial señalaron, "nuestra organización ya diseñó un esquema de trabajo que constará de tres conferencias de prensa regionales, recorridas por siete departamentos y recolección de firmas en terminales de ómnibus, facultades e institutos terciarios. Además la semana pasada presentamos una nota ante la comisión de transporte de la cámara de diputados para solicitar nuestra participación y nos confirmaron que nos recibirán ésta semana".

Luego los dirigentes de la JR agregaron "En tres facultades de la UNR ya se inició con notable éxito la recolección de firmas en adhesión al proyecto del bloque radical. Al menos diez concejos deliberantes ya se expidieron favorablemente a través de ordenanzas que lograron el apoyo unánime de sus miembros"

Los diputados Santiago Mascheroni y Carlos Fascendini explicaron la iniciativa que reconoce las dificultades que pueden existir con los permisionarios del servicio pero que entienden fundamental para apoyar la educación de nuestros jóvenes. Ambos legisladores dijeron que en el diálogo se encontrará las alternativas necesarias para la sanción de ésta ley tan ansiada y necesaria.

OTROS TEMAS

"Estamos trabajando en la Agenda Joven que definimos en el Encuentro de Carcaraña (Educación Vial Obligatoria en las escuelas primarias y secundarias, Vivienda Joven, Recuperación y fortalecimiento de las escuelas técnicas, ley de arrendamientos). En los últimos meses estos temas fueron tratados en diversas reuniones que venimos concretando con organizaciones sociales y gremiales y que vamos a profundizar en el mes de octubre", dijo el titular de la JR Gustavo Puccini.

viernes, 12 de septiembre de 2008

ADHESION DEL CONCEJO DELIBERANTE DE VENADO TUERTO

Proyecto presentado por la U.C.R. y aprobado por unanimidad


EL CONCEJO MUNICIPAL DE VENADO TUERTO
HA SANCIONADO LA PRESENTE RESOLUCIÓN Nº 3722/2008

Expediente Nº 4424-C-08
PROYECTO AUTORIA DEL CONCEJAL DR. DELFOR HERNANDEZ (UCR)

Visto:
Que en los últimos años desde este Concejo Municipal se ha recibido el reclamo de innumerables estudiantes de la ciudad en relación a la reducción que sufrieran del descuento del boleto de transporte interurbano estudiantil, fijado en un 25% al día de hoy cuando hasta el año 2004 era del 50%; y,

Considerando:
Que en tal sentido, desde este Cuerpo Legislativo se sentó posición en el sentido de reclamar a favor de los estudiantes sin ser escuchados por las autoridades provinciales. En aquel entonces se decía que visto lo que había generado en la comunidad estudiantil y en sus familias ese recorte, parecía necesario e imperioso solicitar a los señores Senadores y Diputados Provinciales tengan a bien reimpulsar el proyecto de ley que les garantice a los estudiantes universitarios y terciarios el descuento del 50% en la tarifa del transporte de media y larga distancia; realidad que no ha cambiado y que sigue siendo en muchos casos un impedimento para muchísimos jóvenes de las ciudades del interior que quieren acceder a carreras terciarias o universitarias que sólo pueden cursarse en otras ciudades.
Que existe el convencimiento que el Estado tiene como obligación ineludible garantizar el acceso a la educación pública, y sin duda el transporte constituye un elemento fundamental para aquellos que no cuentan con instituciones educativas superiores en sus ciudades.
Que este año nuevamente el bloque de Diputados de la U.C.R. impulsó un nuevo proyecto de ley inspirado en aportes de la Juventud Radical a fin de que se restablezca el beneficio del medio boleto en el transporte interurbano de media y larga distancia para estudiantes universitarios y terciarios de la provincia. La iniciativa está siendo tratada en comisión y contaría con el respaldo de legisladores justicialistas, aristas y demoprogresistas, aunque se espera un profundo debate.
Que el proyecto dispone una reducción del 50% en la tarifa ordinaria del autotransporte de pasajeros tanto para estudiantes y docentes universitarios y terciarios como para los niveles primario y medio, al tiempo que establece los requisitos para acceder al beneficio. Además prevé sanciones económicas para las empresas que no cumplan con las disposiciones, destinándose lo recaudado por estas multas a la formación de un fondo provincial para promover la educación vial.
Que el mencionado proyecto persigue la recuperación de un legítimo beneficio por parte de alumnos estudiantes del sistema oficial de educación consistente en una reducción en el precio del boleto del transporte interurbano de media y larga distancia, el que fuera dejado sin efecto o alterado sustancialmente al punto de desnaturalizar las disposiciones en la materia por parte de las empresas prestadores del servicio referido.
Que el tema ha merecido tratamiento de las Cámaras Legislativas en diferentes oportunidades, lamentablemente con resultado nulo, ya que la caducidad se ha operado sobre similares iniciativas que lograran media sanción en cada Cámara sin conseguir sanción definitiva como ley de la Provincia.
Que como bien dicen los legisladores provinciales autores de la iniciativa al momento de fundamentar el proyecto de ley, también es cierto que en la gestión anterior no se ha encontrado en la autoridad de aplicación en materia de transporte la decisión política necesaria para lograr una norma de derecho positivo que reinstaure este derecho, el cual contribuye a asegurar la educación como instrumento básico para el desarrollo y la formación integral de los individuos y como soporte de cualquier estado moderno, el cual debe concurrir con todo lo que esté a su alcance para optimizar el servicio en cuestión.
Que esta iniciativa, por otra parte, canaliza peticiones concretas realizadas por autoridades comunales y representantes estudiantiles y juveniles de toda la geografía provincial, que ven con preocupación, de no producirse una modificación legislativa oportuna, la continuidad en el tiempo de una decisión unilateral del empresariado, con la consecuente desprotección y perjuicio hacia los destinatarios de este beneficio.
Que la problemática señalada fue abordada por distintos legisladores provinciales de la U.C.R. en los años 2004 (Expte. 11.941-UCR) y 2006 (Exp. 17.362-D8). También lo hicieron conjuntamente con otras expresiones políticas, habiendo tales proyectos caducado sin tratamiento, por lo que dicho tema ha merecido nuevamente la consideración y análisis respectivo.
Que estando convencido este Cuerpo Legislativo que, como caja de resonancia de la problemática de los estudiantes de la ciudad, debe una vez más adherir formalmente al proyecto que hoy se encuentra en tratamiento a efectos de lograr finalmente la sanción de una Ley que le restituya el legítimo derecho a las estudiantes y docentes de la provincia, corresponde sancionar el despacho legislativo pertinente a tal efecto.
Que con fundamento en lo expuesto, el Concejo Municipal de Venado Tuerto, en uso de sus facultades y atribuciones, sanciona la presente

RESOLUCION

Art.1º.- Adhiérase al Proyecto de Ley presentado por el bloque de Diputados de la U.C.R. ante la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe a instancias de la Juventud Radical que dispone una reducción del 50 % en la tarifa ordinaria del autotransporte de pasajeros para los alumnos y docentes del nivel primario, secundario, terciario y universitario que concurran a establecimientos educativos reconocidos por el Ministerio de Educación de la Provincia y/o la Nación o el organismo oficial competente, en el período entre el primer día de marzo de cada año y el último día de febrero del año siguiente, para su traslado a los establecimientos educacionales y desde éstos a la localidad o departamento donde tengan su domicilio legal, en los servicios interurbanos de media y larga distancia en todo el ámbito de la provincia de Santa Fe.

Art.2º.- Remítase copia de la presente al señor Gobernador de la Provincia, a la Cámara de Diputados y de Senadores de la Provincia de Santa Fe, al señor Senador Provincial por el Departamento General López y a los señores Diputados Provinciales del Departamento General López.

Art.3º.- Comuníquese, publíquese y archívese.

Dada en la Sala de Sesiones del Concejo Municipal de Venado Tuerto, a los veintisiete días del mes de agosto del año dos mil ocho.

VENADO TUERTO: Adhesión del Concejo Deliberante

Esta vez el Concejo volvió a hacerse eco de los requerimientos de los estudiantes. Además apoyaron un proyecto similar presentado en la Cámara de Diputados.

Desde el Concejo pidieron adherir al proyecto de ley presentado por el bloque de diputados de la UCR , el cual dispone una reducción del cincuenta por ciento (50%) en la tarifa ordinaria del transporte de pasajeros para los alumnos y docentes de los niveles primario, secundario, terciario y universitario que concurran a establecimientos educativos reconocidos por el Ministerio de Educación de la provincia y/o la Nación.

E n los últimos años desde el Concejo recepcionan el reclamo de innumerables estudiantes de la ciudad en relación a la reducción que sufrieron del descuento estudiantil, fijado en un 25% al día de hoy, cuando hasta el año 2004 era del 50%.

En tal sentido, el presidente del Concejo y edil radical, Delfor Hernández, indicó: “Ya hemos requerido y sancionado en años anteriores similar adhesión a lo propuesto sin ser escuchados lamentablemente por las autoridades provinciales.”

En aquel entonces el Legislativo se hizo eco de lo que había generado en la comunidad estudiantil y en sus familias ese recorte, añadiendo: “Nos parecía necesario e imperioso solicitarles a los senadores y diputados provinciales la posibilidad de reimpulsar el proyecto de ley que les garantice a los estudiantes universitarios y terciarios el descuento del 50% en la tarifa del transporte de media y larga distancia.”

Por otra parte, se mostraron convencidos de que el Estado tiene como obligación “garantizar el acceso a la educación pública”, y explicó: “Sin duda, el transporte en este caso constituye un elemento fundamental para aquellos que no cuentan con universidades o establecimientos terciarios en sus ciudades.”

Este año nuevamente el bloque de diputados de la UCR impulsó un nuevo proyecto de ley, inspirado en aportes de la Juventud Radical (JR), a fin de que se restablezca el beneficio del medio boleto en el transporte interurbano de media y larga distancia para estudiantes universitarios y terciarios de la provincia. La iniciativa está siendo tratada en comisión y contaría con el respaldo de legisladores justicialistas, aristas y demoprogresistas, aunque se espera un profundo debate.

El proyecto dispone una reducción del 50 por ciento en la tarifa ordinaria del autotransporte de pasajeros, tanto para estudiantes y docentes universitarios y terciarios como para los niveles primario y medio, al tiempo que establece los requisitos para acceder al beneficio. Además prevé sanciones económicas para las empresas que no cumplan con las disposiciones, destinándose lo recaudado por estas multas a la formación de un fondo provincial para promover la educación vial.

Esta iniciativa, por otra parte, canaliza peticiones concretas realizadas por autoridades comunales, representantes estudiantiles y juveniles de toda la geografía provincial, destacando que “ven con preocupación, que de no producirse una modificación legislativa oportuna, continuará la desprotección y el perjuicio hacia los destinatarios de este beneficio”.

“Estando convencidos que, como caja de resonancia de la problemática de los estudiantes de la ciudad, el Concejo debe adherir al proyecto que hoy se encuentra en tratamiento”, dijo. “Esto es a efectos de lograr finalmente la sanción de una ley que le restituya el legítimo derecho a los estudiantes y docentes de nuestra provincia”, agregó.
(E. F.)

FUENTE: LA GUIA SEMANAL. DIARIO VENADO TUERTO Y ZONA
FECHA: 01/09/2008

LA JR Y LA FRANJA LANZAN EN ESPERANZA EL MEDIO BOLETO

El próximo sábado 13 de septiembre el Comité Provincia de la Juventud Radical Santafesina lanza en la ciudad de Esperanza el Proyecto Medio Boleto interurbano de media y larga distancia para estudiantes universitarios y terciarios.

La actividad se realizará a través de una conferencia de prensa a las 11 hs en el Comité Departamental "Aldo Emilio Tessio" Calle Los Colonizadores Nº 1140 de la ciudad de Esperanza (Dto. Las Colonias).

El proyecto será presentado por los diputados provinciales del bloque UCR, el bloque de concejales radicales, la mesa de conducción provincial (confirmaron Gustavo Puccini, Diego Maciel, José Mascheroni, Maricel Dadomo, Aldana Iñiguez), la mesa de conducción departamental y miembros de la comisión de seguimiento del proyecto "Medio Boleto", Franja Morada Litoral y Franja Morada Rosario.

En ese sentido, dirigentes de la JR provincial y Franja señalaron, "Nuestra organización ya diseñó un esquema de trabajo que constará de tres conferencias de prensa regionales, recorridas por siete departamentos y recolección de firmas en terminales de ómnibus, facultades e institutos terciarios. Además la semana pasada presentamos una nota ante la comisión de transporte de la cámara de diputados para solicitar nuestra participación y pedir el apoyo al proyecto"

Luego los dirigentes de la JR santafesina agregaron "En tres facultades de la UNR ya se inició con notable éxito la recolección de firmas en adhesión al proyecto del bloque radical. Al menos diez concejos deliberantes ya se expidieron favorablemente a través de ordenanzas que lograron el apoyo unánime de sus miembros"

"Al mismo, el proyecto se difundirá a través de afiches y volantes diseñados por la correligionaria Florencia Faraoni del Dto. Belgrano (secretaria comité provincia JR) que serán pegados en las terminales de omnibus de la provincia y en las diferentes facultades"

Finalmente el presidente de la JR Gustavo Puccini dijo, "El medio boleto representa una prioridad para nuestra organización y es una bandera irrenunciable desde hace cinco años. Sin embargo también estamos trabajando en la Agenda Joven que definimos en el Encuentro de Carcaraña (Educación Vial Obligatoria en las escuelas primarias y secundarias, Vivienda Joven, Recuperación y fortalecimiento de las escuelas técnicas, ley de arrendamientos). En los últimos meses estos temas fueron tratados en diversas reuniones que venimos concretando con organizaciones sociales y gremiales y que vamos a profundizar en el mes de octubre"

PROYECTO DE LEY POR EL MEDIO BOLETO

Leé el proyecto original presentado por los 10 diputados de nuestro bloque en http://www.diputadosucrsantafe.com.ar/proyectos/Medio%20Boleto.pdf

sábado, 23 de agosto de 2008

A NUESTRO QUERIDO CHUCHO

El Comité Provincia de la Juventud Radical santafesina expresa su profundo pesar por el fallecimiento de “Chucho” Simoneto, militante radical del departamento Las Colonias.

Tras su paso por la JR de su distrito (Esperanza) y la militancia en mayores, chucho se desempeñaba desde 1987 en la Legislatura santafesina donde supo ser un permanente soporte para cientos de correligionarios que por diversas razones necesitaban una mano amiga para saber gestionar reuniones, trámites administrativos etc.

Desde el Comité de la JR queremos despedir a un amigo y hacerle llegar nuestras condolencias en este difícil momento a familiares, amigos y correligionarios.

DIARIO LA CAPITAL: POR INICIATIVA DE LA JR DEBATEN EL MEDIO BOLETO

El bloque de diputados de la UCR impulsó un nuevo proyecto de ley, inspirado en aportes de la Juventud Radical (JR), a fin de que se restablezca el beneficio del medio boleto en el transporte interurbano de media y larga distancia para estudiantes universitarios y terciarios de la provincia. La iniciativa está siendo tratada en comisión y contaría con el respaldo de legisladores justicialistas, aristas y demoprogresistas, aunque se espera un profundo debate.

El proyecto dispone una reducción del 50 por ciento en la tarifa ordinaria del autotransporte de pasajeros, tanto para estudiantes y docentes universitarios y terciarios como para los niveles primario y medio, al tiempo que establece los requisitos para acceder al beneficio. Además prevé sanciones económicas para las empresas que no cumplan con las disposiciones destinándose lo recaudado por estas multas a la formación de un fondo provincial para promover la educación vial.

De convertirse en norma, los beneficiarios podrán utilizar el descuento desde marzo hasta fin de febrero del año siguiente. "Son más de 30.000 los estudiantes universitarios y terciarios que deben viajar diariamente a Santa Fe o a Rosario para poder cursar estudios y estamos preocupados porque cada vez es más difícil sostener ese enorme sacrificio económico", indicaron dirigentes de la JR.

Asimismo, insistieron con que su planteo apunta a garantizar la igualdad de oportunidades, "porque creemos que los estudiantes del interior están en condiciones de inferioridad ya que el precio del boleto es un obstáculo y una especie de arancel encubierto que está evitando el ingreso a la universidad de miles de jóvenes santafesinos".

La JR constituyó una comisión, integrada por representantes de distintos departamentos provinciales, para "hacer un minucioso seguimiento" sobre el tratamiento del proyecto en las diferentes comisiones legislativas. Asimismo prevén recorrer el territorio santafesino para sumar adhesiones de estudiantes, intendentes, jefes comunales y concejales.

Hace un tiempo, una inicia tiva similar tuvo media sanción en la Cámara de Diputados, pero luego fue frenada en Senadores tras la negativa de los legisladores justicialistas. Al perder estado parlamentario, ahora la JR y estudiantes independientes reimpulsan el proyecto de la mano de los diputados radicales cuyo bloque es presidido por Santiago Mascheroni.

"Durante esta semana se trabajará puertas adentro con todos los grupos políticos para diagramar las actividades que se desarrollarán en la vía pública a fin de acompañar el proyecto de ley y el trabajo que la comisión de seguimiento realizará en el seno de la legislatura", explicó el presidente de la JR provincial, Gustavo Puccini.

sábado, 16 de agosto de 2008

ALFONSIN, CON PEPE ELIASCHEV: "LOS KIRCHNER NO SABEN PERDER"


El tratamiento oncológico ha sido severo y todo revela que muy exitoso, pero Raúl Alfonsín convalece con las restricciones típicas de su edad y de la enfermedad que combate con su ánimo de siempre. Habla con precisión y lucidez, pero con extrema austeridad de palabras. Componedor y tajante, claro y a la vez capaz de sutilezas, me recibe en su departamento de Santa Fe y Rodríguez Peña, un espacio tranquilo y sereno. Soy yo el que no quiere fotos: odio el periodismo supuestamente compasivo que exalta las bajas pasiones. Sólo hay entre él y yo un grabador más pequeño que una caja de fósforos.

—Usted viene insistiendo en la necesidad de diálogo político hace ya varios años, sobre todo desde que empezó el gobierno de Néstor Kirchner. Le mandó, incluso, una carta a la Presidenta durante el conflicto con el campo, ratificando que el país necesitaba dialogar. ¿Tiene la impresión de que, finalmente, las autoridades admiten que es necesario legitimar a los partidos y a los referentes políticos y dialogar con ellos en serio?

—Algún comentario he leído en relación a la visita que me hizo la señora Presidenta, de que habría alguna posibilidad para el diálogo. Yo no creo que se pueda tener esa ilusión. No conversamos de política, no creo que sea para tanto. Lo importante es que fue un buen gesto, me parece. Yo lo tuve con Menem y Menem lo tuvo conmigo cuando fue mi accidente en Río Negro. Con la Presidenta tuvimos una conversación amable, sin apuro, larga, de casi una hora. Con ella estábamos en el Senado y recordamos cuando, banca de por medio, estábamos juntos. Ella tiene una facilidad de palabra extraordinaria, pero, de repente, hacía un clic y ¡se enojaba!

—¿Con usted?

—No, conmigo no. Ella dice que el que se enojaba era yo. Pero no creo que se pueda decir que se abre el diálogo todavía. Hay una carga fuerte, tanto del secretario de Agricultura como del jefe de Gabinete, contra el secretario de Comercio Interior, que acaba de tomar medidas contra las exportaciones que son un disparate. Le están pidiendo que no se inmiscuya más en el INDEC, ni en otras cosas, como en el ONCCA. Eso puede significar cambios, porque (el Gobierno) pacta muy poco. No sé si soy un iluso, pero no deseo que le vaya mal. Si le va mal al Gobierno, le va mal al país y puede ser un desastre hasta institucional. Estamos festejando los 25 años de democracia y esto tiene que seguir muchos años más. Pero es evidente que la sociedad está encrespada y que dentro del justicialismo también hay crispación. Es evidente que los pronósticos de los economistas son en general malos. Incluso se habla de otro posible default, aunque lo considero un disparate…

—¿Encuentra algún paralelismo con lo que le tocó vivir a la Alianza en 2000?

—(Silencio largo, significativo) ¿Quién sabe? Era distinta la situación, porque el apoyo más grande que tenía la Alianza era precisamente el que Wall Street le daba a (Domingo) Cavallo. Yo no podría asimilar ambos casos, porque ahora Wall Street lanza todas estas versiones un tanto extrañas, como el aumento del riesgo argentino, algo que también está manejado…

—Por su experiencia, ¿diría que el problema argentino es político o económico? Le pregunto, porque los números fundamentales son teóricamente robustos…

—Macroeconómicamente son positivos. Tenemos, sí, grandes riesgos para 2009. Yo lo tomaría por el lado político: si solucionamos el tema del diálogo y nos ponemos a trabajar en serio, también arrancamos económicamente. Es decir, nuestro problema es económico, pero lo solucionamos políticamente.

—¿Cuál sería ese problema? Esa indisposición a dialogar y esa actitud intemperante del Gobierno, ¿a qué obedecen?

—En general, a través del tiempo, el peronismo ha sido siempre muy verticalista. Hay una cultura peronista distinta a la nuestra. Nosotros (los radicales) tenemos otros errores. La personalidad del matrimonio gobernante es que no les gusta perder. ¡A nadie le gusta perder, pero hay que saber perder!

—¿Los Kirchner no saben perder?

—No. Yo me hago la ilusión, no de que se produzca un diálogo, pero de que haya un cambio de estilo en ellos…

—Describió a la Presidenta y a su marido como el “matrimonio gobernante”. ¿Hace cinco años que esas dos mismas personas gobiernan a la par?

—No, éste es un mandato diferente. De ningún modo pienso que ella no sea lo suficientemente fuerte en lo espiritual, como para no imponer su criterio. Pero, por la experiencia de los cuatro años anteriores, el marido sabe más del gobierno, entonces aconseja. A veces lo hará bien y otras mal… (Alfonsín me mira fijo, con brillo de picardía en los ojos…)

—Me parece que el marido, si hubiera sido presidente al caer usted enfermo, no lo hubiera venido a visitar como acaba de hacer ella...

—Tal vez.

—Ese diálogo que usted pide hace cinco años, ¿puede llegar a tener características institucionales? El Gobierno elige individualmente a personas del radicalismo y del Partido Socialista, pero como quien recluta individualmente, no en acuerdo con partidos como…

—Pero eso no es diálogo. Habría dos tipos de diálogo a realizar rápidamente: uno con los partidos políticos, indispensable, y otro en un Consejo Económico y Social.

—Otra vieja idea suya…

—Una idea que manejo permanentemente, para que se digan las cosas también, porque hay contradicciones permanentes. ¿Qué pasa en la UIA? ¿Hay o no inflación? ¿Qué pasa con la CGT y las imputaciones entre los dirigentes? ¿Qué ocurre en el campo corporativo? Es necesario que el país sepa. La democracia, para mí, se traduce mucho en conocimiento. El reverso de la medalla de libertad de prensa es la correcta información: cualquier ciudadano debe estar informado.

—Pero hoy tenemos un déficit evidente, no se le brinda al pueblo información precisa, los números de las estadísticas están maquillados.

—¡Por supuesto! ¡Esto del INDEC es un papelón! Sacar a (Guillermo) Moreno es lo más sencillo, pero ¿cómo se le explica después al mundo el cambio que se va a producir y que significa que, en definitiva, nos hemos quedado con dinero de los deudores de bonos?

—Claro, porque la manipulación que hizo y hace el INDEC estaba dirigida básicamente a reducir el costo de los intereses de los bonos soberanos…

—Los bonos, los salarios, los haberes jubilatorios…

—¿Esto es producto de la ignorancia de los gobernantes?

—No, está hecho a propósito.

—¿Cómo califica a este procedimiento?

—Absolutamente inmoral.

(Nos miramos y durante varios segundos nos mantenemos la mirada sin hablarnos. Alfonsín dice a menudo más con sus ojos y sus aparentemente escuetas palabras que con la facundia del lenguaje que supo cultivar).

—Es la pretensión de que se le puede decir a la gente que el costo de vida no es lo que vive en su bolsillo todos los días, sino lo que dice el Gobierno…

—Hay que dar una discusión al respecto, porque éstas también son cosas para discutir y debatir. El único debate que ha habido es el del campo.

—Y la solución llegó cuando el Gobierno advirtió que no tuvo más remedio que pelear la ley en el Congreso, y perdió.

—Hay versiones distintas. Hay quien dice que la Corte Suprema ya había hablado con la señora (de Kirchner) y hay quienes dicen que esto no es cierto. De todos modos, ella envió el proyecto al Congreso y fue una solución. Si la ley hubiera sido aprobada, hubiera seguido el problema.

—¿Esta Corte está actuando con independencia?

—Actúa con la distancia que corresponde que actúen las cortes supremas de justicia con relación al Poder Ejecutivo en todos los países, procurando actuar, en primer lugar, de acuerdo al derecho y con justicia, pero siempre teniendo en cuenta también la necesidad del Estado.

—¿Pero esa “necesidad del Estado” no implica aceptar que el poder político se inmiscuya en la Justicia?

—No, a no ser que se actúe mal. Eso ocurre en todos los países. Hemos tenido otras cortes. No podemos comparar la Corte anterior con ésta, donde hay gente de primera. Actúa con independencia y con esa tendencia que debe tener la Corte Suprema, de resolver los problemas, tratar de que no se transformen en graves conflictos y mucho menos en conflictos de poder.

—Mucha gente que llega al país y los periodistas extranjeros dicen sentirse impresionados por cómo el Gobierno perdió terreno político y eso no fue capitalizado por la oposición. ¿Las fuerzas opositoras no han capitalizado la situación?

—Nosotros hemos capitalizado, porque la gente ha advertido que el radicalismo se ha puesto a la cabeza de una lucha importante y ha hablado de Justicia, de instituciones, de Constitución, todos viejos valores del radicalismo que habían dejado de tenerse en cuenta. Preocupada por problemas de carácter económico y social, comienza a advertir que se vinculan con las instituciones.

—¿Le parece que la sociedad, al advertir eso, lo vincula de inmediato con la prédica de la Unión Cívica Radical?

—Sí. Vuelven a tenerse en cuenta esos valores.

—¿Qué opina de la actitud que tuvo Julio Cobos? ¿Le da proyección política?

—Para eso hay que esperar. No me atrevería a decir nada. Hablando en términos futboleros, diría que hay que pisar la pelota y ver cómo se actúa para adelante.

—¿Quién tiene que pisar la pelota ahora?

—El partido (la UCR). Tenemos que ver cómo actúa el ingeniero Cobos para adelante. En su grupo hay divisiones, distintas posiciones también. Vamos a ver qué pasa. Estamos en un país que todavía es muy complejo.

—¿Ve alguna alternativa de retorno de Cobos y de esa corriente al partido?

—Puede haber. Yo no la niego totalmente.

—¿Usted no se siente agraviado por el hecho de que el ingeniero Cobos y su corriente acompañaron a los Kirchner?

—Bueno, no hablemos de eso ahora (se ríe).

—Al comienzo hablamos de la falta de diálogo, pero ¿qué es lo que pasa en la Argentina que hay una fuerza política a la cual hay que rogarle que dialogue, cosa que en cualquier otro país del mundo es absolutamente normal y rutinaria? ¿A qué lo atribuye, más allá del verticalismo del peronismo?

—A una predisposición a sentirse más fuerte que todos los demás, una deformación del funcionamiento democrático. Creen que la ley de la mayoría rige absolutamente. Pero eso debe ser hasta cierto punto, porque tienen que respetarse los derechos de la minoría. Creo que esto es una deformación seria, de la que hay experiencias también. Hitler llegó al poder en Alemania con la mayoría y Mussolini en Italia, también. (Estas palabras de Alfonsín fueron dichas antes de conocerse la comparación que horas más tarde hizo Eduardo Duhalde).

—Todos esos proyectos iniciales de transversalidad y concertación, ¿adónde fueron a parar? Se lo ve al presidente del PJ con las manos y el corazón en el aparato de su partido…

—Está más débil. Se está mostrando una cosa más seria en el peronismo opositor a Kirchner.

—¿Se refiere a ex presidentes, como Rodríguez Saá, Duhalde, Menem, o a otros?

—Me refiero a (José Manuel) De la Sota, a los peronismos provinciales.

—¿Ese peronismo tiene diferencias sustanciales con el kirchnerismo?

—El kirchnerismo actúa en distintas condiciones y circunstancias para servir a una seudo revolución que no conocemos…

—¿Por qué habla de “seudo revolución”?

—Porque es una revolución que no está determinada, prefijada. ¡Entonces no hay revolución! ¡Eso no es revolución! (El Alfonsín proverbial, levanta un poco la voz, afirma con vigor).

—¿Cree que este gobierno ha tenido “la” política de derechos humanos? ¿Qué opina de esa idea de que fue a partir de Kirchner que en la Argentina terminó la impunidad?

—Cada uno hizo lo que pudo. Yo no podía pensar en tener 1.000 juicios a militares. ¡Ni loco! Iba a destruir de esa manera la democracia. El ahora tiene otras posibilidades; de algunas me alegro, de otras no…

—¿De cuáles no se alegra?

—De que hayan procesado muchachos que eran subtenientes en esa época, donde todos pensaban que se jugaba el país, de un lado y del otro. Pero me alegro del juicio y condena a Etchecolatz. La ley de obediencia debida tenía una cláusula de excepción, que exceptuaba de sus beneficios a quienes tenían poder de decisión y él tenía poder de decisión.

—El presidente Lula acaba de resolver que su gobierno no declarará inválida la amnistía que favoreció a los militares brasileños de la época de la dictadura. ¿Se puede negar que Lula es progresista?

—Cada uno tiene que actuar de acuerdo al propio reclamo de la sociedad. Yo no observo ni observé un gran reclamo de la sociedad en Brasil. Se firmó una amnistía mútua.

—Lo de Brasil se parece a lo que sucedió en Sudáfrica, mientras que la Argentina ha sido un caso muy excepcional. Se juzgó a las juntas, se las condenó y ahora se han reabierto las causas, con más de 1.000 imputados y 235 procesos abiertos, ¡25 años después! En Sudáfrica se formó la llamada Comisión de Verdad y Reconciliación...

—Lo de Sudáfrica es un caso más extraño todavía: bastaba confesar el delito para quedar en libertad…

—¿Cómo ve a la UCR?

—Mejorando. Vamos a tener problemas, porque tenemos problemas internos, pero sería una chiquilinada ponerlos de manifiesto ahora.

—¿A qué se refiere?

—Siempre hay problemas internos de toda naturaleza. Entonces, pongamos compresas, trabajemos juntos lo más unificados que sea posible y eso va a dar una imagen muy distinta del radicalismo en el país.

—¿Es verdad que han vuelto a aparecer antiguos colaboradores suyos, como Enrique Nosiglia, dialogando con Cobos y otras figuras?

—Nosiglia no ha desaparecido nunca. Yo no sé, pero es capaz de haber hablado (con Cobos).

—¿En qué sentido Nosiglia habría hablado con Cobos?

—Para lograr que vuelva al partido.

—¿Y le parece una idea buena que Cobos vuelva a la UCR?

—El diálogo es bueno, después veremos.

—¿Qué cree usted que, en definitiva, la sociedad le reconoce al matrimonio Kirchner?

—La situación económica, no hay duda. Si yo hubiera tenido estos precios internacionales, hubiese sido otra cosa. Yo tuve un muy trágico deterioro de los términos del intercambio comercial y ahora es al revés, hay unos superávits extraordinarios. Dios quiera siga, Dios quiera siga…

—Reapareció Fernando de la Rúa junto a Cavallo. Y volvió a decir que hubo una conspiración dentro del radicalismo contra él. ¿La hubo?

—No la he observado. Al contrario. Yo era el presidente del partido y en todas las reuniones tenía que defenderlo a De la Rúa de los presidentes de bloque que venían del Interior. No, no creo que hubiera ninguna conspiración contra él dentro de la UCR.

—¿La historia va a ser más generosa con De la Rúa de lo que ha sido hasta ahora?

—La historia es más generosa siempre.

—Usted es el único ex presidente de estos 25 años de democracia que puede caminar por la calle sin problemas. ¿Por qué será?

—Le voy a decir una tontería: será porque la gente piensa probablemente que soy un buen tipo (Alfonsín posa de nuevo sus ojos, mansos y vitales, sobre los míos). Piensan que hice lo que pude, bien o mal, y en definitiva salimos adelante, con tantos problemas como tuvimos. En esa época yo tenía en contra a la dirección de la Iglesia por la ley de divorcio y demás; a los militares desde luego; a la CGT... ¡Hicieron trece paros generales! La situación era un desastre. Recibí el gobierno en default. Y pudimos salir adelante. Algunos no me daban ni un mes y salimos y pudimos hacer un traspaso del gobierno….

—Dice que la gente lo percibe como un buen tipo. ¿Lo reconforta esa impresión?

—Me gustaría que vieran algún valor también, pero estoy reconfortado con que sea así.

—Usted decía que la democracia educa, cura y alimenta. ¿Cambiaría esa frase de su campaña respecto de lo que verdaderamente la democracia puede hacer por los argentinos?

—No la cambiaría. No olvide que en esa época los militares decían que la democracia demoraba mucho las decisiones a través de todos sus mecanismos, y que una ejecución más rápida se hacía sin democracia. Yo contestaba, entonces, diciendo: no señor, con la democracia se educa, con la democracia se come, aunque demore un poco más las decisiones. Y es así.

—Insiste, aunque 25 años después haya argentinos que todavía no pueden…

—(Encrespado) ¡Pero si los números de la época militar eran peores! Acá y en todo el mundo.