Se cumple hoy un nuevo aniversario de la tristemente celebre Noche de los Lápices.
Como en Tlatelolco, como en Tiananmen: Los jóvenes hemos padecido todos y cada uno de los ataques contra la paz y la libertad.
Quizá sea porque la rebeldía intrinseca de nuestra condición nos lleve a utlizar con frecuencia ese vocablo que distingue a los hombres libres y que es el NO, siempre tan revulsivo a los poderosos de turno.
Quizá sea porque tenemos más fuerza para levantarnos frente a las injusticias.
Quizá sea porque todavia no perdemos la capacidad de soñar un mundo mejor.
Por todo eso, nuestro mejor homenaje es continuar la lucha.
martes, 16 de septiembre de 2008
Y SIGUEN ESCRIBIENDO
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